Washington y Tel Aviv van por UNRWA

En una nueva demostración de excepcionalidad, y buscando chantajear a las autoridades palestinas, el Gobierno de EEUU ha congelado una partida de 125 millones de dólares destinada a la agencia de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA ), días después de que el presidente, Donald Trump, amenazase con tomar medidas si la Autoridad Palestina no accedía a volver a negociar la paz con el régimen de Tel Aviv.

Los 125 millones de dólares equivalen a una de las tres partidas anuales que EEUU dona a la UNRWA –organismo fundado en 1949- y su entrega estaba prevista para el 1 de enero, pero ha quedado paralizada de momento, según tres fuentes diplomáticas citadas por el portal de noticias Axios.

Un portavoz del Departamento de Estado ha restado importancia a este retraso y se ha limitado a decir que hay "deliberaciones" en curso. "Tenemos hasta mediados de enero para decidir qué vamos a hacer", ha asegurado, al negar que la ayuda esté congelada.

Sin embargo, las fuentes diplomáticas consultadas por Axios han explicado que el Gobierno de Trump ha decidido paralizar los 125 millones hasta revisar a fondo la ayuda que brinda a la Autoridad Palestina, la cual ha suspendido sus contactos con Washington luego que la administración Trump reconociese a Jerusalén como capital israelí. Un alto cargo de la Casa Blanca ha afirmado que la "reciente conducta" de los palestinos ha llevado a la revisión de la asistencia.

Los últimos movimientos de EEUU, que incluso estudiaría recortes de hasta 180 millones de dólares en su ayuda para la UNRWA, han generado preocupación en el seno de Naciones Unidas. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha hablado ya con autoridades estadounidenses y con otros países donantes, según Axios.

Claramente, Washington pretende castigar así a la dirigencia palestina ante la ausencia de lo que esperaría fuese una conducta apropiada, es decir, la habitual actitud genuflexa a que suele llevar a los Estados que la coyuntura internacional hace dependientes de sus resortes económicos y/o políticos, y en este caso utiliza para ello un órgano internacional dependiente de ONU.

De igual manera que con anterioridad a la reciente votación en la Asamblea General de la ONU (por la oposición internacional al reconocimiento unilateral estadounidense de Jerusalén como capital israelí) y ofreciendo una nueva demostración de cómo manejar la política exterior de un Estado aplicando una lógica empresarial orientada al chantaje, Trump ya había avisado el pasado martes de posibles medidas contra los palestinos.

En esa oportunidad les recriminó desde su altavoz en Twitter que no mostrasen "ningún aprecio o respeto" por los "cientos de millones de dólares” (otorgados anualmente a UNRWA). "Ni siquiera quieren negociar el tan esperado tratado de paz con Israel", criticó Trump.

Festeja Tel Aviv

El régimen israelí, por su parte, ha asegurado que su primer ministro, Benjamín Netanyahu, "apoya la actitud crítica de Trump hacia la UNRWA y cree que hacen falta medidas prácticas para cambiar el hecho de que la organización sea usada para consolidar el problema de los refugiados palestinos en lugar de para resolverlo".

Avanzando más allá, Netanyahu dijo este domingo -al inicio de la reunión de su gabinete- que la UNRWA "debe despedirse del mundo".

También declaró que esa agencia de la ONU se especializó en ayudar a los refugiados palestinos hace 70 años, mientras que otro cuerpo de ONU, el Alto Comisionado para los Refugiados (UNHCR), lidia con el resto de refugiados del mundo.

En esa línea, Netanyahu formuló "una sugerencia simple: que los fondos de UNRWA sean gradualmente transferidos a UNHCR, con criterios claros para ayudar a refugiados reales y no ficticios".

Contundente respuesta

El mensaje del premier israelí, fue replicado por el portavoz de la Agencia, Christopher Gunness, quien declaró que "lo que perpetúa la crisis de los refugiados es el fracaso de las partes para tratar el asunto". "Esto tiene que ser resuelto por las partes en conflicto en el contexto de conversaciones de paz basadas en las resoluciones de la ONU y la ley internacional", añadió.

Gunness precisó que "el mandato de la UNRWA, dictado por la Asamblea General de la ONU, es continuar con sus servicios hasta que se encuentre una solución justa y duradera para los refugiados palestinos".

En tanto, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, pedirá a los cancilleres de la Unión Europea (UE) que trabajen con sus respectivos gobiernos para reconocer a Jerusalén Este como su capital y a Palestina con las fronteras de 1967, lo que implicaría el retiro de Israel de la parte oriental de la ciudad santa y de Gaza y Cisjordania.

Para ello viajará a Bruselas el 22 de enero próximo y "uno de los puntos más relevantes de su agenda serán las reuniones que mantendrá con ministros de Exteriores europeos para solicitar el reconocimiento internacional de Palestina con sus fronteras del 67", afirmó el portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Xavier Abu Eid, citado por EFE.

La postura palestina de apostar por un respaldo del viejo continente para hacer frente a la alianza entre Tel Aviv y Washington fue apoyada ayer por el Consejo de ministros de la Liga Árabe, en una reunión con representantes de Jordania, Egipto, Arabia Saudita, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos.