Nuevo respaldo de Washington a la ocupación sionista
Según afirmó Mike Pompeo, Estados Unidos ya no reconoce los asentamientos israelíes como una violación del derecho internacional.
En una declaración del lunes 18 de noviembre, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció que Washington ya no considera que los asentamientos israelíes en Cisjordania violen el derecho internacional.
Su afirmación revierte la posición de la administración Obama y no adopta una posición legal sobre la temática específica y mucho menos sobre la más general cuestión de la ocupación israelí de Cisjordania.
Pompeo anunció que Washington repudiaría su opinión legal previa sobre el estatus de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Estados Unidos ya no adoptará una posición sobre la legalidad de esos asentamientos, rompiendo con la decisión del gobierno de Obama de que violan el derecho internacional.
En diciembre de 2016 la abstención de EEUU -y no el habitual veto defensor de su aliado Israel- permitió que el Consejo de Seguridad aprobara la Resolución 2334 que afirma que los asentamientos en Cisjordania "no tienen validez legal y que son una flagrante violación del derecho Internacional".
Pero este nuevo movimiento del tándem Washington-Tel Aviv roba la atención de toda el aparato mediático dominante occidental, a pocos días de producirse un -olímpicamente ignorado- nuevo fuerte impulso en pos de la legalidad internacional contra la ocupación sionista en Palestina y el Golán Sirio, marcado por una batería de borradores de resoluciones en proceso, en el marco de la Asamblea General de la ONU.
Asentamientos
Los asentamientos albergan a más de 600 mil colonos sionistas, que viven principalmente en asentamientos dispersos por los territorios, de los que Israel se apoderó de manos de Jordania en la guerra de 1967.
Sin embargo, Cisjordania también alberga a 2.7 millones de árabes palestinos, con otros 327 mil viviendo en Jerusalén Este, la mayoría de los cuales viven bajo la ocupación militar del régimen israelí.
Desde 1978, el Asesor Jurídico del Departamento de Estado ha considerado que los asentamientos civiles israelíes en los territorios ocupados contravienen explícitamente el Cuarto Convenio de Ginebra. Sin embargo, cuando el presidente Ronald Reagan asumió el cargo en 1981, revocó esa decisión; Pompeo indicó el lunes que Estados Unidos regresaba a la posición de la era Reagan.
"Nunca habrá una resolución judicial" para el conflicto, dijo Pompeo, señalando que solo puede resolverse mediante negociaciones entre israelíes y palestinos.
Sin embargo, la administración Trump ha reconocido previamente a Jerusalén como la capital de Israel, una posición a la que también se opusieron las Naciones Unidas. Pompeo aclaró que EEUU no estaba tomando posición sobre el "estado final" de los límites de la ciudad.
Las Naciones Unidas, tanto a través de la Asamblea General como a través del Consejo de Seguridad, han considerado los asentamientos como ilegales mediante numerosas resoluciones que denuncian tanto a la ocupación israelí como al asentamiento civil de esas tierras bajo el concepto de indiscutiblemente “ilegales”, y han instado al régimen ocupante sionista a abandonar los proyectos.
Aplausos, alerta y rechazo
En los últimos meses, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu en plena vorágine política doméstica eleccionaria y de formación de gobierno, recurrió nuevamente a las estrategias imperiales sionistas, a través de comprometerse públicamente a impulsar la incorporación de los asentamientos de Cisjordania a Israel, una medida ampliamente interpretada como un preludio de la anexión.
En total sintonía, Netanyahu dijo este lunes que la movida de Estados Unidos "repara un error histórico".
También el ministro de Exteriores del régimen de Israel elogió los comentarios de Pompeo, diciendo que Israel acoge con beneplácito la decisión de Estados Unidos y agradeció a la administración Trump por su apoyo.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores jordano denunció la decisión y advirtió de "consecuencias peligrosas" si EEUU cambia su posición sobre los asentamientos israelíes en Cisjordania.
Por su parte, Saeb Erekat, el jefe negociador de la diplomacia palestina, también denunció el "comportamiento irresponsable de Estados Unidos".
"Hemos comenzado conversaciones en la ONU para presentar un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad. Esperamos un veto de Washington, pero vamos a seguir adelante", declaró Erekat durante una conferencia de prensa en Ramala. Estados Unidos "quiere vernos de rodillas... pero vamos a mantenernos de pie", agregó.
En consonancia, Nabil Abu Rudaineh, vocero del presidente palestino Mahmud Abbas, explicó que la posición estadounidense es “vacía, inaceptable y condenable” pues “contraviene totalmente el derecho internacional y las resoluciones que rechazan los asentamientos”.
Mientras que Hanane Achraoui, dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), expresó que el anuncio de Washington "confirma" que la administración Trump "es una amenaza para la paz internacional porque es cómplice de los crímenes de Israel".
El representante palestino ante la Liga Árabe, Diab al Luha, pidió al organismo que celebre una sesión extraordinaria para abordar la nueva postura de Washington sobre los territorios ocupados en Cisjordania.
De este modo, la Liga Árabe condenó enérgicamente el martes las afirmaciones de Pompeo, en palabras del Secretario General de la organización, Ahmed Aboul Gheit.
"Aboul Gheit condenó en los términos más enérgicos la declaración, emitida por el Secretario de Estado de EEUU, de que su país ya no consideraba que los asentamientos israelíes en Cisjordania fueran contrarios al derecho internacional y lo consideró un acontecimiento muy negativo", dijo el organismo en un comunicado. Agregó que el derecho internacional fue formulado por la comunidad global, "pero no por un solo estado".
Por su parte, la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas señaló este martes que los poblados israelíes en Cisjordania siguen violando el derecho internacional, rechazando la posición de la administración Trump que ahora los respalda.
“Continuamos avalando la posición de larga data de la ONU de que los asentamientos israelíes violan el derecho internacional”, dijo Rupert Colville, portavoz de derechos humanos de la ONU, en una rueda de prensa.
A diferencia de Washington y el régimen de Tel Aviv, la comunidad internacional ve la presencia y expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental como ilegales y los considera como uno de los principales obstáculos en el camino hacia la paz.
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