EEUU retoma iniciativa de paz en Palestina

La Casa Blanca dijo el domingo que Kushner, también yerno de Trump, viajará junto con el enviado especial Jason Greenblatt para reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en los próximos días para discutir “sus prioridades y potenciales próximos pasos”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca a The Times of Israel.

Kushner y Greenblatt fueron asignados por Trump para relanzar el proceso de paz y han indicado que el presidente avanzaría rápidamente en el asunto. Por eso, el principal representante de Trump en las negociaciones israelí-palestinas, Jason Greenblatt, con quien trabaja codo con codo en las negociaciones llegará este lunes, y Kushner viajará el miércoles.

La Casa Blanca indicó el domingo que no se esperaban grandes avances, pero que “el presidente ha pedido a algunos de sus asesores de mayor confianza que encabecen el esfuerzo de paz”.

“El presidente Trump ha dejado claro que trabajar para lograr un acuerdo de paz duradero entre israelíes y palestinos es una prioridad para él”, afirmó el funcionario de la Casa Blanca, añadiendo que el mandatario norteamericano “cree firmemente que la paz es posible”.

La Casa Blanca ha mantenido "entre bastidores" negociaciones con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, desde que Trump visitara la región en mayo, aseguró un alto funcionario de Washington que menciona Walla.

La misma fuente anticipó que los equipos negociadores, israelí y palestino, serán llamados a Washington y a "otros lugares" para continuar con los esfuerzos hacia la reactivación de un nuevo proceso de paz, una de las principales prioridades de Trump.

Más allá de las expectativas, la iniciativa de EEUU representa otro capítulo en el historial de negociaciones en condiciones de desigualdad. Tanto Greenblatt como Kushner practican el judaísmo en su versión ortodoxa y apoyan a Israel. Kushner además sostiene una relación íntima con Netanyahu desde su infancia.

La imparcialidad de los mediadores en esta nueva ronda de negociaciones pone en desventaja al líder palestino, y hace de los encuentros una farsa que prolongará la limpieza étnica de Palestina.