Renunció el primer ministro libanés

A menos de un mes de su asunción , el primer ministro designado, Mustafá Adib, anunció este sábado su dimisión a la tarea de formar un gabinete. El funcionario pidió “disculpas al pueblo libanés" y enfatizó que "la iniciativa francesa”  de formar un nuevo equipo de ministros independiente debe continuar.

Un comunicado de la presidencia informó que la renuncia de Adib había sido aceptada y que el presidente Michel Aoun tomará "las medidas apropiadas de acuerdo con los requisitos de la Constitución".

Líbano ha estado esperando un nuevo gabinete desde la renuncia de Hassan Diab el 10 de agosto, seis días después de la catastrófica explosión del puerto de Beirut mató a más de 190 personas e hirió a 6500.

Adib encontró obstáculos en la formación luego de que los principales partidos representantes de la comunidad shiíta, el Movimiento Amal y Hezbollah, rechazaron su propuesta de rotar el liderazgo del Ministerio de Finanzas en una reorganización de cuatro ministerios soberanos. El Ministerio de Finanzas ha sido dirigido por dicha comunidad islámica desde 2014.

La discusión por dicha cartera, fue resultado de las presiones occidentales, digitadas por EEUU y ejecutadas por Francia, que han buscado influenciar y utilizar el preexistente descontento popular para incrementar las acciones orientadas a deslegitimar a toda la clase política y especialmente a los representantes de Hezbollah, Amal y sus aliados. Muestra de ello fueron las muy oportunas “sanciones” unilaterales emitidas a principios de este mes, por parte de Washington contra dos ex ministros libaneses.

Difíciles negociaciones

La semana pasada, Adib y el ex premier Hariri habían logrado un posible avance en el tema proponiendo la opción de un candidato comunitario pero no partidario para la cartera de Finanzas. Se realizaron consultas con funcionarios del Movimiento Amal y Hezbollah, pero las conversaciones no lograron resolver las disputas, si bien ambos partidos han dicho que están comprometidos con la hoja de ruta propuesta por Macron para el gobierno entrante. 

Tras el anuncio de Adib, Berri - líder del Movimiento Amal - dijo que su grupo mantendría el rumbo de la iniciativa francesa . "Nuestra posición es ceñirnos a la iniciativa francesa y su contenido", afirmó el jefe del Parlamento en un comunicado.

Este lunes, durante una reunión con el embajador francés en el Líbano, el presidente Aoun aseguró que está comprometido con la iniciativa de París (y de Washington y la OTAN) y lamentó que el Líbano no haya podido ver la formación de un nuevo gobierno “que esté de acuerdo con los principios de la iniciativa francesa, especialmente en términos de promulgar reformas”, en referencia a las presiones económicas externas en favor de un programa digitado por el FMI, como contrapartida a cualquier garantía de gobernanza.

¿Advertencia de Macron?

Cual virrey imperial, validado por cierto sector del arco político libanés, el presidente de Francia acusó el domingo a los líderes del Líbano de “traición por su incapacidad para formar un nuevo gobierno. Macron otorgó un período de seis semanas para implementar una nueva hoja de ruta para sacar al país “del borde del caos”.

"Han traicionado el compromiso [de formar un gobierno]", dijo en una conferencia de prensa en París, proclamando que estaba "avergonzado" de los políticos del país. Acusó a las autoridades libanesas de elegir "sus intereses partidistas e individuales en detrimento del interés general del país".

El presidente francés dijo que responsabilizaba a todas las autoridades libanesas, incluido el presidente Michel Aoun, de implementar las necesarias reformas, y destacó que la élite política había cometido "traición colectiva" al no formar un gobierno. "Quiero que veamos si en las próximas semanas algo es posible. No soy ingenuo, pero tenemos que llegar al final de este primer camino", finalizó.

Por su conexión colonial, y su aún vigente presencia cultural en un sector de la sociedad libanesa, Francia ha sido la cara visible de las presiones occidentales que han jugado un papel destacado en el proceso desestabilizador del país del cedro, iniciado con las protestas de octubre de 2019.

En ese marco, luego de la explosión de principios de agosto, el presidente francés Emmanuel Macron, visitó Beirut menos de dos días después del nefasto suceso, y a partir de allí ha sido la cara visible de las presiones occidentales que desnudan la frágil condición de escasa gobernabilidad que sufre el Líbano y su pueblo, en el marco del contexto geopolítico regional e internacional, minado de complejas variables, tanto socio-culturales como económicas, políticas y estratégicas .