Hariri renuncia como Primer Ministro libanés
Saad Hariri renuncia a su cargo desde Arabia Saudí y denuncia la “injerencia” de Irán a través de Hezbollah, quienes lo acusan de seguir las órdenes de Riad.
El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, renunció el día sábado desde Arabia Saudí por medio de un mensaje televisivo emitido por la cadena Al Arabiya, y reproducida por la cadena nacional ANN, en el que cuestionó a Irán y alegó temer un atentado contra su vida. Hariri fue muy crítico con Hezbollah, a quien acusó de hacerse valer de las armas para imponer su política en Líbano.
Además, también apuntó contra Irán por su "injerencia" en la política libanesa y toda la región árabe, y auguró que los libaneses conseguirán "vencer el tutelaje interno y externo" con la fuerza de su "determinación". “Digo a Irán y a sus seguidores que van a perder y que sus manos serán cortadas si perjudican a la nación árabe y el mal se volverá contra ustedes”, afirmó.
Hariri acusó a Teherán de “crear un estado dentro del estado” y de querer “tener la última palabra en los asuntos del Líbano. Irán tiene un control sobre el destino de los países de la región (...) Hezbollah es el brazo de Irán no solo en Líbano sino también en otros países árabes”, añadió el primer ministro libanés.
El presidente Michel Aoun fue informado por teléfono por el propio Hariri de su salida, y aguarda el regreso del funcionario para conocer las “circunstancias” de su renuncia. La renuncia se produce en medio de un contexto de tensiones entre los dos pesos pesados de la región: Arabia Saudí, que apoya a Hariri en Líbano, a la oposición en Siria y al gobierno en Yemen, e Irán, aliado de Hezbollah, el gobierno sirio y la oposición yemení.
El titular libanés de Justicia, Salim Jereissati, correligionario de Aoun y aliado de Hezbollah, afirmó que la dimisión de Hariri es "sospechosa y confusa por su programación, el lugar donde fue anunciada, el medio utilizado y el contenido de su discurso". Mientras que el diputado independiente Butros Harb dijo que "la dimisión de Hariri es muy peligrosa y puede llevar a una crisis política muy grande".
El líder druso Walid Joumblatt, jefe del Partido Socialista Progresista, afirmó en las redes sociales que la renuncia se produce en "un momento inoportuno" y "tendrá consecuencias graves para la economía y para el Líbano".
El secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, apuntó que la renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri, fue una orden de Arabia Saudita.
Más allá de las diferentes perspectivas, la dimisión abre un interrogante sobre la continuidad de la coalición de gobierno, formada por partidos de todo el arco parlamentario, desde grupos antisirios, como el Movimiento 14 de Marzo que lidera Hariri, hasta el propio Hezbollah.
El blog político Moulahazat apuntó que más allá de la influencia saudí sobre Hariri, la renuncia se debe a un cálculo electoral. En ese sentido, apuntó a las renuncias de Mikati en 2013y Rifi en 2016 como los antecedentes más notorios. Ambos renunciaron meses antes de un proceso electoral, pero más importante aún, tomaron distancia de Hezbollah.
Teniendo en cuenta el enfrentamiento regional entre Arabia Saudí e Irán, y la sectarización de cada evento político, Moulahazat notó que la renuncia de Hariri es una decisión ganadora. Con tan poco tiempo para las elecciones (Mayo 2018), ningún político sunna se atreverá a ocupar el cargo y las críticas sólo aumentaran su ascendencia sobre la comunidad sunna.
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