Rosario: 72º Aniversario del Club Social Argentino Sirio

La insigne institución rosarina celebró su aniversario este sábado, con la edición 2018 de su cena conmemorativa, en el Salón Siriano, contando con la presencia de autoridades de instituciones hermanas de la ciudad y de Buenos Aires, así como socios y amigos.

Las actividades de este año, que comenzaron el 12 de agosto pasado con la celebración de la tradicional misa de acción de gracias en la Iglesia Católica Melquita San Jorge, tuvieron su broche de oro con la cena aniversario de este fin de semana.

La Colectividad estuvo presente a través del Cónsul de la República Árabe Siria en la provincia de Santa Fe, Jorge Abdelmalek, junto a Monseñor Ibrahim Salameh Karam, Exarca Greco-Melquita de Argentina, y altas autoridades de instituciones hermanas rosarinas como la Sociedad Libanesa, el Centro Cultural Árabe (CeCAR) y la Unión Islámica, a los que se sumó un conjunto dirigencial del Club Sirio Libanés de Bs. As., encabezado por su presidente Roberto Saba, junto al director del Diario Sirio Libanés.

El público presente disfrutó de un especial encuentro, que contó con palabras de bienvenida a cargo del presidente del CSAS, Elías Cassis e incluyó los shows de danzas folclóricas árabes brindados por los conjuntos de la casa, los ballets Shams Suria y Haiat.

Desde la Redacción de DSL acompañamos este nuevo aniversario y felicitamos al Club Social Argentino Sirio, transmitiendo nuestros deseos de continuidad en la sólida y fértil tarea de crecimiento que lleva adelante día a día, la señera institución.    

Historia del Club Social Argentino Sirio

El CSAS de la ciudad de Rosario fue fundado el 17 de agosto de 1946 por los jóvenes descendientes de sirios residentes en la ciudad.

La institución nació en el seno de una entidad religiosa, la Iglesia Melquita San Jorge, cita hasta la actualidad en Moreno 1020. Las primeras reuniones se efectuaron tanto en la mencionada parroquia como en la casa de la familia Crer. Meses más tarde el naciente club cobra independencia y se constituye como una entidad puramente social.

Desde los primeros años se llevaron adelante distintos tipos de eventos, desde los más característicos de la época como los bailes y picnics, las cenas entre los connacionales y de camaradería, hasta aquellos más costosos y de envergadura entre los cuales se pueden citar los festivales cinematográficos y la venida de cantantes de renombre procedentes de Buenos Aires y de Medio Oriente.

Además de los vínculos con las demás entidades de la colectividad árabe, el CSAS también operó desde sus comienzos en el ámbito público rosarino. Por una parte a través de las donaciones efectuadas a la sociedad de damas de protección al Huérfano, a la Sala Sirio-Libanesa del Hospital Provincial, a la Capilla Nuestra Señora de Fátima, en beneficio del Hospital de niños Victor J. Vilela, entre otras.

Por otra parte, la presencia del club en la UERCE –Unión de Entidades Rosarina de Colectividades Extranjeras-, en los carnavales organizados por la intendencia de la ciudad y la afiliación a la Asociación Santafecina de Judo, la hacen partícipe de las actividades culturales y deportivas de la ciudad.

Otra expresión de participación e inserción en el espacio público es la emisión de la audición radial “La voz del CSAS para todo el país”, que inicia su transmisión a comienzos de los ‘60, a través de LT8.

El CSAS y el deporte

El primer deporte que cobró importancia en la institución fue el fútbol, tomando un nuevo impulso a comienzos de los ’80 a partir del trabajo de la Sub Comisión de Deportes.

En la década del ’60 se sumó el judo, con la presencia de profesores de renombre de la ciudad. Ambas actividades posibilitaron la participación del club en certámenes locales y provinciales. También en la década del ’80 se incorporaron el voley femenino (infantil y juvenil) y el tae-kwondo, de gran importancia ambos a lo largo de la década.

Dichas actividades otorgaron a la institución un canal de comunicación y relación con la sociedad rosarina, además movilizaron a la dirigencia a adecuar las instalaciones a las necesidades de los distintos deportes, abriendo asi las puertas al constante crecimiento deportivo, social y cultural.