Realidad y ficción junto a los refugiados sirios

Este cortometraje, el único totalmente español, es la radiografía de la mayor crisis humanitaria de los últimos 20 años. David Muñoz, ganador de un Goya en 2010 por Flores de Ruanda, presenta una historia en varias capas que busca reflejar la vida en un asentamiento informal de refugiados y los retos diarios para la supervivencia.

Este proyecto compartido supone una apuesta por transmitir esta realidad usando nuevos lenguajes. Se trata de un proyecto cinematográfico de realidad-ficción, abierto y participado por los propios refugiados con el que se busca visibilizar lucha por sobrevivir y que su voz no se pierda entre las cifras y datos que recibimos a diario.

"Hace cuatro años mi vida fue destruida. Podía salir a comprar, pasear, podía hacer cualquier cosa. Entonces empezó la guerra y los bombardeos... Me llamo Fatouma Al Hussein. Esta es mi historia". La aventura gira en torno a Fatuma, una mujer que llegó al asentamiento hace ocho meses y retrata su búsqueda de la supervivencia. Se trata de una historia real en la que su hija, jugando al escondite, representa la metáfora del corto.

La grabación comenzó en agosto de 2014 en el Líbano. Este país, junto a Turquía es el que más refugiados ha recibido. Acoge a más de un millón de personas que han huido de la violencia y que suponen ya un cuarto de su población. Por esta razón, el valle del Bekáa al oeste del país fue la localización elegida para el rodaje del cortometraje. En este contexto, casi un tercio de los refugiados vive en asentamientos informales como campamentos improvisados en campos privados y edificios en construcción, abandonados o en ruinas.

Historia de una realidad  

Todos los actores que protagonizan este corto son refugiados reales, vivían e interactuaban en situaciones de su día a día, que David recogía tras el objetivo de su cámara

"Nos ha sorprendido lo duro que es para ellos estar viviendo en estos asentamientos en los que falta de todo ", afirma David Muñoz sobre el impacto de la realidad en el equipo de rodaje. Acción contra el Hambre interviene en Siria, Líbano, Irak y Jordania con el fin de prestar ayuda a los millones de refugiados sirios y los desplazados iraquíes.

La película cuenta además con la financiación de la Comunidad de Madrid, la Junta de Andalucía y el Festival de Cine de Málaga, donde será proyectado como parte del programa este próximo mes de abril. Su selección para la 65ª edición de la Berlinale, del 5 al 15 de febrero, supondrá su estreno internacional y allí competirá con otras 26 obras de 18 países en su categoría.