Mediatizaciones II, Daniel Vittar: “Los que deciden son las audiencias”

Perfil Profesional:

Daniel Vittar es Licenciado en Periodismo por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, docente del Taller de Radiodifusión en la UBA y Taller de Producción Radiofónica en la UCES, además de ser columnista y editor de la sección El Mundo del diario Clarín. También desarrolló parte de su carrera profesional en las radios Mitre, Continental y Belgrano.

A continuación transcribimos lo más importante de su presentación:

Objetivo:

Describir como el periodismo trabaja los sucesos de Medio Oriente, y específicamente, los recurrentes conflictos en la región.

Introducción:

Durante mi niñez, mi familia me transmitió una imagen de Siria y Líbano que asocié con lo exótico. Años más tarde, cuando concurría a la universidad, Beirut se transformó en sinónimo de caos y destrucción. Ya durante la década de 1990, pasó algo similar con Kosovo. A pesar del tiempo, un diario australiano publicó un titular donde se asociaba Beirut y destrucción para describir una noticia.

¿Por qué pasa esto?

Porque existía una realidad de guerra en Líbano que fue resaltada por el periodismo con un enfoque determinado, imagen que se impregnó en la sociedad.

¿Existe un enfoque negativo de la noticia?

Sí, de hecho resaltamos las dimensiones negativas de la noticia. El problema no radica en la información que se incluye sino más bien en la que se omite.

¿Cuál es el rol de los medios?

Los medios de comunicación son el intermediario entre el suceso y la población, porque esta última no tiene acceso directo a la misma. En ese sentido, al mismo tiempo que transmite información, el periodista cumple un rol de formador, y en algunos casos de deformador, de la sociedad al manipular la información.

¿Cuál es el rol del sensacionalismo y la manipulación?

Estos dos fenómenos son muy importantes. Creo que dañan al periodismo y representan el mayor peligro para los periodistas, debido a la falta de análisis y la comercialización de la información. Quiero decir, la información se transformó en un bien de mercado y dejó de ser un bien social.

¿Por qué resalto al sensacionalismo?

El sensacionalismo es un peligro que resalto por su desmesurado crecimiento, que es parte de un proceso cultural más amplio. En parte, el sensacionalismo está íntimamente relacionado con el fenómeno de la televisión y la internet, porque la mayoría de lo que se hace en esos medios, se hace para ser visto. Esto se refleja en la reducción del texto en los diarios. Y la consecuencia natural es la imposibilidad de profundizar en la noticia, transformando al diario en entretenimiento.

¿Qué otras características tiene el sensacionalismo?

Se utiliza un enfoque transgresor y se iguala el contenido hacia abajo; todo para alcanzar a un público más amplio. Por eso, el periodista recurre con mayor frecuencia a la utilización de términos cada vez más simples y directos, al mismo tiempo que destaca los hechos sin analizarlos. Esta realidad atraviesa a todas las clases sociales.

¿Hay casos de manipulación de la noticia?

Sí, la presentación de Collin Powell en el Consejo de Seguridad de ONU es un ejemplo icónico de manipulación. Powell hizo un show de la noticia, atemorizando al mundo con un frasquito de ántrax para lograr el aval de una intervención en Iraq, y el periodismo retransmitió sin cuestionamientos el planteo. Por eso, es importante tener en cuenta el contexto de desinformación y la escasez de fuentes que permitió al gobierno de EEUU construir la noticia—Iraq posee armas de destrucción masiva.

¿Cuándo es más fácil la manipulación?

La manipulación es más fácil cuando existen conflictos de intereses internacionales, y visiones enfrentadas sobre un mismo hecho. Lo que pasa en todos los países de Medio Oriente está relacionado con las potencias mundiales; EEUU y Europa particularmente, geografías donde residen las 5 agencias de noticias más importantes.

¿Qué es el show de la noticia?

El show de la noticia implica resaltar y remarcar ciertas características, de situaciones llamativas y catastróficas en particular, a pesar de su intrascendencia, con el fin de vender información.

¿Hay un aval social para este proceso?

Sí, porque la sociedad consume lo que se ofrece; noticias caracterizadas, generalizadas y simplificadas. En ese sentido, remarco que la sociedad atraviesa un proceso cultural más amplio, del cual el sensacionalismo es parte, donde los que deciden son las audiencias.