Lo que no cuenta la película Escándalo Americano

La exitosa película Escándalo Americano, vagamente basada en Abscam, se muestra actualmente en los cines de todo el país. Para aquellos que no han oído hablar de la película o que no recuerdan la década de 1970, Abscam era una operación encubierta organizada por el FBI con agentes vestidos como jeques árabes. El FBI grabó los "jeques" falsos que ofrecen los sobres de dinero en efectivo a los senadores y congresistas que buscan su ayuda con una serie de actividades ilegales. Los culpables del Congreso fueron arrestados, condenados y sentenciados a penas de prisión por soborno y conspiración.

La película ha generado cierta discusión sobre su fidelidad a los acontecimientos y personajes retratados, y sobre las tácticas utilizadas por el FBI. Pero había otra dimensión de la que Abscam del Escándalo Americano no considera y las críticas de los medios han ignorado y es el impacto que Abscam tuvo en los estadounidenses de origen árabe.

Para muchos en mi comunidad todo el episodio era más que otro ejemplo de estereotipo negativo muy dañino. Habíamos crecido en una dieta constante de representaciones racistas de los árabes, ya sea como terroristas sedientos de sangre o, jeques lujuriosos y codiciosos ricos en petróleo. Durante décadas Hollywood había alimentado los estereotipos, la televisión había reforzado estas imágenes y los caricaturistas políticos les tarifa estándar había hecho.

Los estudios realizados han demostrado prácticamente que las únicas representaciones de los árabes en el cine y la televisión son negativas y muchas veces de manera grosera. En ausencia de cualquier representación positiva, las imágenes negativas atrapan. Ser árabe no era más que ser diferente, malo, perverso, menos que humanos, al punto que el columnista Nicholas von Hoffman escribió que "ningún grupo religioso, nacional, o cultural ha sido vilipendiado de forma tan masiva y sistemática."

Poco después Abscam, el Instituto de Oriente Medio dio a conocer los resultados de una encuesta de opinión pública que muestra que la mayoría de los estadounidenses describen a los árabes como "bárbaros y crueles", "traidores", "guerreros", y "ricos".

Nunca olvidaré que mis hijos en ocasión Halloween y después del escándalo Abscam me dijeron diciéndome que no querían que nadie en su escuela de Washington supiera que eran de ascendencia árabe. La razón que me dieron fue porque en el desfile de disfraces de ese año de Halloween, varios de sus compañeros de clase se habían disfrazado de "árabes" con narices grandes, pistolas, cuchillos, latas de aceite, y las bolsas de dinero.

Los estereotipos negativos de los árabes se habían vuelto tan arraigados en la cultura que fueron vistos como aceptables para su uso incluso por la agencia de aplicación de la ley más alta en el país. Recuerdo que al enfrentar a un funcionario del FBI con preguntas sobre Abscam tales como: "¿Por qué utilizar una caricatura Árabe para atrapar a un político?, ¿Por qué involucrar a los árabes en un esquema de sobornos en el Congreso, cuando ningún árabe jamás había hecho nada por el estilo?, ¿Alguna vez ha utilizado otro grupo étnico?, "Su respuesta lo decía todo. "Buscábamos crear un escenario que sería visto como creíble y éste tenía sentido para nosotros!"

Es evidente que ser "árabe" se había convertido en un pasivo. Y el impacto no es sólo cultural ya que hubo consecuencias políticas para los árabes-americanos también. Mediante la construcción de un acontecimiento que nunca había ocurrido - árabes utilizando el dinero para "comprar" el Congreso - el FBI había puesto la participación política de los árabes estadounidenses en riesgo. En los años que siguieron, varias campañas políticas importantes rechazaron las contribuciones de los donantes estadounidenses árabes, por temor a ser acusados de "tomar dinero de los árabes." No todos los estadounidenses de origen árabe se resignaban a aceptar Abscam como su destino. Un ex senador audaz y valiente, James Abourezk (D-SD), estaba tan indignado que dirigió su protesta directamente al FBI y luego hizo un llamado a los árabes estadounidenses para reclamar el derecho a la defensa. Me pidió que me uniera a él como co-fundador del Comité Anti-Discriminación Árabe-Americano (ADC). Abourezk invirtió su considerable capital político en la inspiración de la comunidad para luchar, para ayudar y organizar y para que tengamos una voz. Juntos hemos construido un vehículo que luchó contra la difamación y la discriminación, monitoreamos los medios de comunicación y los libros de texto y enfrentamos a los políticos, anunciantes y redes que se basaban en estereotipos negativos de los árabes.

Esos fueron días gloriosos porque descubrimos el poder de una comunidad organizada. Nos enfrentamos a enormes desafíos, pero perseveramos y en el camino hemos ganado algunas batallas. Los problemas serios se mantienen con toda seguridad, pero estamos inmensamente mejor hoy de lo que estábamos en 1979.

Para los árabes estadounidenses, esta fue la historia de Abscam. Fue un Escándalo Americano pero también profundamente doloroso para toda una cultura. Más importante aún, fue el acontecimiento que nos impulsa a la acción. Es una pena que Hollywood no consideró oportuno tomar en cuanta la parte correcta de la historia. Pero para hacerlo, habría tenido que reconocer, en primer lugar, el papel que desempeñaron en ayudar a popularizar el estereotipo negativo que el FBI utiliza.

James Zogby es Presidente del Instituto Árabe Americano