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miércoles, 22 de junio de 2016

Las bandas sonoras de las revueltas árabes

Por Ismael Iván Elías Adriss

Los “Levantamientos Árabes” permitieron que vieran la luz diversos aspectos de estas sociedades, y en particular uno, que lo acompañó desde sus comienzos: la música.

La mayoría de los países que experimentaron levantamientos contaban con algunos elementos en común: gobiernos autoritarios, falta de elecciones libres, límites a las libertades civiles y políticas. En el plano socio-económico, se observaba una gran desigualdad inter e intra-estatal, producto de la exportación de reservas de hidrocarburos y la concentración de las riquezas generadas.

Además, hubo un predominio de jóvenes en las revueltas. De hecho, en Egipto (80 millones de habitantes) el 50% de su población es menor de 25 años. En general, es la generación con mayor preparación y estudios de la historia de la región, pero sin posibilidades de empleo ni crecimiento. Ante este escenario, el descontento sociopolítico, y la sensación de frustración socio económica, parecen inevitables.

Todos esos elementos, facilitaron las condiciones para expresar el descontento, la indignación, la frustración y hasta la esperanza, a través del medio de comunicación más popular: la música. Más allá de los matices entre las distintas sociedades, una de las características principales del mundo árabe, es la influencia de la música en la vida cotidiana.

Desde luego, muchos procesos revolucionarios a lo largo de la historia contaron con la compañía de canciones, himnos y otras manifestaciones artísticas. Tales son los casos de Víctor Jara durante el gobierno de Allende en Chile, los himnos de la juventud en la revolución comunista china, la obra de Silvio Rodríguez durante y después de la revolución cubana, la famosa canción “Yankee Doodle” para la revolución norteamericana, y la marcha “La Marseillaise” que se convirtió en el himno oficial francés.

 

Quizás lo que separa a las expresiones musicales producto de los “Levantamientos Árabes” es que la música no solo acompaño a la revolución, sino que se convirtió en una revolución en sí misma.

Antes de las revueltas, el género musical "rap" era mayormente consumido por pequeños segmentos de la población, pues se observaba con cierto desprecio, como un intento de ser o parecer occidental. Pero cuando las temáticas se volvieron sociales y más aún, cuando el lenguaje utilizado pasó del inglés a los dialectos árabes coloquiales, la transformación no sólo operó en el género musical, sino en su apropiación popular y sus consecuencias políticas.

Este fue el caso de “El General” (Hamada Ben Amor) un rapero tunecino que con sólo 18 años escribió la canción “Rais le Bled” (Presidente de mi país), donde interpela al ex presidente Ben Alí. Simultáneamente, el vendedor de frutas Mohammed Bouazizi se prendió fuego a lo bonzo en protesta por las condiciones de trabajo, dando inicio a la “Revolución de los jazmines”.

 

A continuación, traduzco algunos pasajes de la canción:

"Señor presidente, su gente está muriendo / La gente está comiendo basura / Mire lo que está sucediendo / miserias  en todas partes, Sr. Presidente / hablo sin miedo / A pesar de que sé que sólo voy a tener problemas / pero veo la injusticia en todas partes".

La canción no tardó en convertirse en himno, y en el medio para canalizar la ira y la frustración, inspirando al artista a grabar la canción “Tounes Bledna” (Túnez nuestro país).

 

Un verdadero indicador de la incidencia que tenían estas canciones propagadas con gran facilidad a través de YouTube, fue el secuestro y detención de El General, por la policía secreta de la Oficina Nacional de Seguridad. El incidente generó una conmoción nacional, con oleadas de protestas callejeras motorizadas mediante las redes sociales, e incluso nuevos canticos pidiendo su liberación.

El mismo Ben Ali y su ministro de seguridad pidieron la liberación del artista, quien recobró su libertad y se convirtió en un héroe nacional. Apenas 20 días después se produjo la caída de Ben Ali, y “Rais le Bled” traspasó las fronteras para ser entonada en Egipto.

Con la canción “Tahia Tounes”(Viva Túnez), El General honró a los muertos durante la revolución de los jazmines y pidió la libertad para los países vecinos: Argelia, Libia, Marruecos y Egipto. Esta irrupción en la escena social y artística, lo catapultó como una estrella del rap con proyección internacional.

 

La fuerza particular del idioma árabe “`ammie” (acento propio de cada población) en lugar de otros idiomas o incluso el árabe “Fus-ha” (o clásico), elimina la barrera entre el comunicador y el oyente. Las canciones le hablan a la gente y del modo en que esa misma gente habla.

De repente, la sociedad pudo escuchar sus propias preocupaciones siendo expresadas en público de la forma en la que ellos mismos las expresaban en privado. Así, el rol cumplido por la obra musical fue la de quebrar la barrera del miedo y lograr así también alimentar el contagio que caracterizó a los “Levantamientos Árabes”.

Los casos de Libia, Siria, Yemen, Bahrein y más aún de Egipto, merecen un capítulo aparte, y serán desarrollados a la brevedad.

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