"Siria. Autorretrato", un documental para no olvidar

Fue así como a través de su ordenador, desde París, Ossama se contactó con Wiam Simav Bedirxan, una joven entusiasta que había conseguido hacerse con una cámara en medio del asedio a su ciudad, Homs. Con las grabaciones que ella le enviaba y las mil y una imágenes que rescató de la realidad, Mohamed hizo la película.

"Syria self-portrait, 'Silvered Water'" (en español, "Autorretrato de Siria. 'Agua plateada'", el nombre en kurdo de la joven Simav) "no es un documental más sobre Siria", comenta el distribuidor de la cinta, el catalán Paco Poch, y no solo por lo conmovedor, apunta, sino por el esfuerzo de quienes lo cuentan. "No suele ocurrir en los documentales que la gente se arriesgue por contar lo que está pasando", destaca el empresario catalán.

Poch ha decidido distribuir esta cinta, a pesar de la evidente complicación de que "cada vez hay menos cines donde se pueda programar este tipo de películas, se lamenta Poch. Y es así, explica, porque considera "necesario dar a conocer esta realidad. Por mucho que cueste entender lo que pasa en Oriente Medio, hace falta contarlo, y verlo", opina.

El documental, que se vio en España por primera vez en el pasado Festival de Sevilla, se estrenó en algunas ciudades españolas (Barcelona, Oviedo, A Coruña, Santiago, Gerona y Sevilla, entre ellas). Codirigido por Ossama Mohamed y Wiam Simav Bedirxan, el documental fue presentado en los Festivales de Cannes y Toronto y resultó ganador del BFI London Film al mejor documental.

"Siria es Simav, una metáfora de Siria. Una chica, valiente, laica, independiente. Un milagro", explica Mohammed en el documental.

En sus vídeos, Simav sigue sobre todo la historia de Omar, un niño de apenas seis años, precioso, huérfano, "una luz en las tinieblas", dice ella. "El pequeño Omar, tan valiente, tan inteligente, enfrentándose a la realidad con sus preguntas, admirando las flores. Es una manera increíble de resistir, intentando devolver la vida a su padre, recogiendo flores que le lleva a su tumba, hablando con él", cuenta Simav.

Un símbolo, en opinión de Poch, de "la esperanza en la supervivencia de los sirios, Omar es la nueva Siria, la que sobrevive: algo nuevo saldrá de ahí. Donde hay niños, hay vida, hay risas por encima de todo, niños con inteligencia para sobrevivir y para adaptarse a lo que sea".

Un documental que agita hasta su último plano.