Las conversaciones de Astana regresaron con la agenda adicional de normalización sirio-turca
Diplomáticos de los estados garantes, Siria y la ONU, sostuvieron esta semana una nueva reunión del formato Astana en la capital de Kazajistán. En paralelo al habitual trabajo sobre la crisis impuesta a Siria, se avanzó en el intercambio cuatripartito en pos de la normalización de relaciones entre Ankara y Damasco.
Las conversaciones de Astana sobre la crisis en Siria, regresaron el martes en Kazajistán. Esta vez, la reunión del cuadrilátero vino acompañada de una cita para normalizar los lazos entre Ankara y Damasco.
Por la mañana, funcionarios de Turquía, Rusia e Irán, la terna de países garantes del proceso, se reunieron para la vigésima ronda de conversaciones de Astana. En paralelo se llevaron a cabo reuniones técnicas bilaterales entre las delegaciones como parte de las conversaciones, que continuaron el miércoles.
Rusia y Turquía fueron representadas por sus respectivos viceministros de Exteriores, Mikhail Bogdanov y Burak Akçapar, en tanto que el asistente principal del ministro de Relaciones Exteriores en asuntos políticos especiales, Ali-Asghar Khaji, representó a Irán.
Por el lado sirio, la delegación oficial de Damasco fue encabezada por el vicecanciller Ayman Susan, mientras que Ahmed Touma encabezó la delegación de la oposición siria externa.
Funcionarios de Jordania, Irak y Líbano asistieron a las conversaciones de Astana como observadores, junto con Geir Pedersen, enviado especial de las Naciones Unidas para Siria.
Las partes discutieron los desarrollos en la región inmediata de Siria y los desarrollos “en el campo”, según los informes de los medios. Entre otros temas se encuentran los esfuerzos antiterroristas en Siria, así como la liberación de rehenes, las personas desaparecidas, la situación humanitaria, la reconstrucción de Siria y el regreso de los refugiados sirios.
Declaración
La declaración final del 20° Encuentro Internacional sobre Siria en el formato Astana afirmó que los estados garantes renuevan su firme compromiso con la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Siria y con los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
La declaración agregó que los estados garantes renuevan su determinación de continuar la acción conjunta para combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y rechazar las agendas separatistas destinadas a socavar la soberanía y la integridad territorial de Siria.
El comunicado enfatizó que los estados garantes condenan las actividades de organizaciones terroristas y grupos armados de diferentes nombres en Siria y reafirman su rechazo a las operaciones ilegales para saquear el petróleo sirio.
La declaración también condenó los repetidos ataques israelíes en territorio sirio, que son una violación del derecho internacional y la soberanía e integridad territorial de Siria.
Reiteró la necesidad de acatar las decisiones jurídicas internacionales universalmente reconocidas, incluidas las disposiciones pertinentes de las resoluciones de las Naciones Unidas que rechazan la ocupación del Golán sirio. La primera de estas decisiones son las Resoluciones 242 y 297 del Consejo de Seguridad de la ONU, que consideran nulas y sin efecto todas las decisiones y prácticas israelíes en este contexto.
Los estados garantes renovaron su compromiso de impulsar el proceso de solución política bajo el liderazgo y la propiedad de Siria, y con la facilitación de las Naciones Unidas en línea con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, y enfatizaron el importante papel del Comité de reforma de la Constitución, que se estableció con la contribución decisiva de los países garantes de la fórmula Astana para implementar las decisiones de la Conferencia de Diálogo Nacional Sirio en Sochi.
Los países garantes pidieron la celebración de la novena ronda del comité para discutir la constitución sin más demora, al tiempo que garantizan un enfoque constructivo por parte de las partes sirias, y en este sentido afirmaron su compromiso de apoyar el trabajo del comité a través de la participación continua con todas las partes y el Enviado Especial del Secretario General de la ONU para Siria, Geir Pedersen, como facilitador para asegurar su funcionamiento sostenible y eficaz.
También expresaron su profunda preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en Siria, debido a las repercusiones del devastador terremoto de febrero pasado, y condenaron todas las medidas coercitivas unilaterales que violan el derecho internacional, el derecho internacional humanitario y la Carta de las Naciones Unidas.
Nueva reunión cuatripartita (relaciones Damasco-Ankara)
El proceso de Astaná, impulsado por Rusia, Irán y Turquía lanzado en enero de 2017 para lograr un alto el fuego y controlar los conflictos territoriales en Siria, se ha estado utilizando como plataforma en la que se debaten cuestiones políticas y humanitarias. Sus reuniones también contribuyeron a promover el proceso diplomático dirigido por las Naciones Unidas en Ginebra.
Sin embargo, el ambiente general en torno a este proceso implica que no adquirirá ritmo a menos que las fuerzas turcas se retiren por completo del norte de Siria, como se insinuó durante una reunión de los ministros de defensa de los cuatro países el 25 de abril.
En forma paralela, y a sabiendas que cualquier normalización entre Ankara y Damasco remodelaría la crisis impuesta a Siria de más de una década, se han venido dando esfuerzos de larga data iniciados por Rusia para abrir un canal de diálogo entre Turquía y Siria. Ello finalmente dio sus frutos a fines de 2022, cuando los ministros de defensa y los jefes de inteligencia de Moscú, Damasco y Ankara se reunieron en la capital rusa.
Este año, con el apoyo también de Irán, los esfuerzos para acercar las posiciones de Damasco y Ankara, generaron un encuentro a cuatro bandas entre altos funcionarios de Rusia, Irán, Siria y Turquía, a principios de mayo en la capital rusa. En este caso, y siguiendo una reunión de abril entre viceministros, la conferencia de mayo avanzó en el nivel de funcionarios y se trató de un encuentro de titulares de Relaciones Exteriores, en la que “los ministros mantuvieron una discusión objetiva y franca sobre temas relacionados con la reanudación de las relaciones entre Siria y Turquía en varios campos”, según señaló el comunicado de prensa posterior.
Dando continuidad a esta tarea especifica, un nuevo encuentro a cuatro bandas se produjo esta semana en la capital kazaja, en paralelo a las reuniones del formato Astana. En declaraciones a la prensa antes de la reunión, el vicecanciller ruso Mikhail Bogdanov dijo que es "la reunión más importante" de las conversaciones de dos días. “Este es un proceso muy crucial. Hemos tenido una acumulación de problemas durante 12 años. Los cancilleres se reunieron en Moscú el 10 de mayo y ahora estamos trabajando en una hoja de ruta”, dijo.
Si bien no se difundieron resultados o avances puntuales concertados entre las partes, la diplomacia siria difundió su posición emitida por el Dr. Ayman Sousan, viceministro sirio de Relaciones Exteriores y Expatriados, quien confirmó durante la reunión el miércoles que cualquier resultado real en este camino debe basarse en la decisión de Turquía de retirar sus tropas del territorio sirio, de acuerdo con un calendario claro y pasos definidos, y empezando con esta retirada.
Agregó que esto constituye la base de la investigación sobre otras cuestiones relacionadas con el regreso de los refugiados, la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y las relaciones entre los dos países.
Aclaró que las declaraciones de Turquía sobre la soberanía siria y la unidad de sus territorios contradicen con su continua ocupación de territorios sirios, violando el derecho internacional y las normas más simples de relaciones entre países.
¿Fin de Astana?
Tras el vigésimo encuentro, Kazajstán anunció inesperadamente que ya no será sede de las conversaciones de paz sobre Siria impulsadas por Rusia, Irán y Turquía, poniendo fin a un proceso político que ha estado en curso desde 2017.
Si bien el viceministro de Relaciones Exteriores kazajo, Kanat Tumysh, dijo que la posición de su país para concluir el proceso se produce porque considera que se han logrado los objetivos de la negociación, también afirmó el Ministerio que si los participantes de las reuniones internacionales sobre Siria en el formato de Astana expresan una solicitud colectiva para continuar las negociaciones, “Kazajstán está listo para considerar la posibilidad de reanudar el proceso como un gesto de buena voluntad, teniendo en cuenta el progreso de las negociaciones en otras plataformas y la situación en Siria en general”.
La decisión de dar fin al formato confirmaría efectivamente que sus objetivos se consideran, cumplidos para pasar ahora a enfocar la atención directamente en los avances del proceso de normalización entre Siria y Turquía auspiciado por Rusia e Irán.
Todo ello, debe entenderse en el marco del cambio de paradigma regional que ha implicado el positivo proceso de normalización generalizada de relaciones entre Siria y los países árabes, encabezados por Arabia Saudita .
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