Santo Sínodo Antioqueno se expidió sobre Siria, Líbano y Palestina
Reunidas en Balamand, Líbano, las máximas autoridades de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquia encabezados por el Patriarca Juan X (Yazigi) emitieron declaración final en la que abordaron la actualidad de la región del Levante.
Tras dos años de impasse por la pandemia, el Santo Sínodo Antioqueno se reunió nuevamente este año, del 5 al 8 de octubre, en su duodécima sesión ordinaria, presidida por Su Beatitud el Patriarca Juan X (Yazigi), tras la que emitió una Declaración Final.
Participaron 15 arzobispos metropolitas de la mayoría de las distintas arquidiócesis con presencia de la Iglesia Antioquena, en territorios de Líbano, Siria, Irak, países de Europa y América Latina. Entre ellos, Monseñor Santiago El Khoury, Metropolita de Buenos Aires y toda la Argentina.
En su declaración los padres abordaron el tema del secuestro de los obispos de Alepo, Pablo Yazji y Juan Ibrahim y denunciaron el silencio internacional sobre el mismo, que entra en su noveno año. Exigieron su liberación y el cumplimiento de este expediente, que resume y representa algunas de las dolencias que padece el pueblo del Cercano Oriente.
A su vez, trataron temáticas orgánicas eclesiásticas y abordaron la actualidad sanitaria a nivel mundial frente a la crisis del COVID. En dicho marco, elevaron sus oraciones a Dios Todopoderoso pidiendo misericordia para el mundo y por el fin de la pandemia actual. Rezaron por el descanso de las almas de los que murieron como consecuencia de la epidemia y por los enfermos y su recuperación. También elevaron sus oraciones por los equipos médicos, cuyo servicio constituye un testimonio vivo, e hicieron un llamado a la comunidad a tomar precauciones sanitarias.
Asimismo, analizaron los desafíos que enfrenta la ortodoxia en el mundo y abogaron por la comunión eclesiástica dentro de la única familia ortodoxa.
Siria, Líbano, Palestina, Irak y la región
Los padres escucharon una serie de informes e intervenciones presentados por especialistas que abordaron la situación general en Medio Oriente, la situación económica en el Líbano, las perspectivas y esperanzas para la próxima etapa. Escucharon informes del Consejo de Iglesias de Medio Oriente y del Consejo Mundial de Iglesias, y un informe sobre el Instituto Teológico de San Juan Damasceno y una serie de intervenciones que abordaron la situación general en la región y las repercusiones de la crisis sanitaria pandémica y su reflejo eclesiástico.
Según reza la declaración, “sobre la situación en Siria, los Padres del Sínodo celebran las iniciativas encaminadas a encontrar una salida política a la crisis, que se viene produciendo desde hace años, que respete la unidad del Estado y los derechos y aspiraciones del pueblo sirio. Los padres hacen un llamamiento al mundo para que observe la magnitud de la tragedia humana que sufre el pueblo como consecuencia del flagelo de la guerra y el bloqueo económico, y convocan a acciones serias para levantar las sanciones impuestas a Siria, cuya carga recae sobre los ciudadanos, en primer lugar, afectando directamente su sostén diario y su estado sanitario”.
Asimismo, “los padres piden que se proporcionen las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados y los refugiados sirios, y consideran que la mejor asistencia que se puede ofrecer al pueblo sirio es trabajar para difundir el espíritu de paz entre todos sus componentes y brindarles apoyo material y moral en su tierra, y no mediante la apertura de las puertas de las Embajadas extranjeras y la Inmigración, que agotan los recursos humanos. También expresan su condena hacia toda agresión que tenga como objetivo la soberanía siria y exponga a su pueblo a la muerte, al desplazamiento y a la inmigración”.
En referencia al Líbano, “los Padres del Sínodo celebran con satisfacción la formación del gobierno libanés tras una larga espera. A la espera que el nuevo gobierno trabaje en la búsqueda de soluciones radicales que contribuyan a reparar la injusticia sufrida por los ciudadanos, cuyo dinero fue confiscado y sus ahorros saqueados, y que ahora no pueden encontrar las necesidades más básicas para una vida digna como alimentos, combustible, educación y atención médica; los padres exigen esfuerzos concertados para salvar al Líbano y su pueblo de esta crisis”.
“Por otra parte, piden dejar que el Poder Judicial accione de manera independiente para descubrir los crímenes a los que ha sido sometido el pueblo libanés en los últimos años, lo que provocó su empobrecimiento y saqueo de su dinero, y la destrucción de los componentes del Estado que supuestamente, debe proteger y preservar los derechos de su pueblo”.
“Asimismo, los padres piden una acción rápida y seria para descubrir a los responsables de la explosión del puerto de Beirut y de la explosión de Al-Tlail en la región Akkar, apoyan a las familias de las víctimas en su búsqueda por alcanzar la verdad y castigar a los responsables de esta catástrofe, que afectó a la capital, a sus habitantes y al país entero. También rezan por los heridos y su pronta recuperación”.
“Los Padres llaman a que el gobierno libanés proporcione todos los requisitos necesarios para asegurar elecciones parlamentarias justas y transparentes, lejos de la interferencia extranjera y toda explotación de la pobreza de las personas para influir en sus actitudes y conciencias y distorsionar su voluntad. Además, hacen un llamamiento a las comunidades árabe e internacional para que ayuden al Líbano a lograr la reforma económica, financiera y de desarrollo necesaria, de modo que el Líbano pueda recuperar su rol y su función”.
“Los Padres sinodales aprecian el esfuerzo cooperativo de las arquidiócesis y los fieles en estas difíciles circunstancias, que se derivan de la responsabilidad del creyente hacia su hermano pobre, necesitado y sin hogar, que es una extensión de la presencia de Cristo en el mundo. Piden a los benefactores, especialmente a sus hijos en los países de la diáspora, que realicen acciones para apoyar a sus hermanos en la patria, que están sufriendo bajo el yugo de las dificultades y no pueden asegurar los alimentos, ropa, atención médica y educación a sus niños”.
“Los Padres son conscientes del papel histórico de la Iglesia al apoyar a sus hijos en estas condiciones oscuras y afirman su sensibilidad a las dificultades materiales que la Iglesia busca con todas sus energías para mitigar su impacto a través de todos los medios y posibilidades disponibles”.
“Los padres se detuvieron en lo que sucedió y está sucediendo en Palestina, cuyo tema central está olvidado. Hicieron un llamado a todos los países del mundo para que implementen las resoluciones internacionales que piden el derecho al retorno y enfatizaron que cualquier solución al problema palestino fuera del marco de la justicia y garantizando los derechos del pueblo palestino sigue siendo una solución injusta e inaceptable”.
“Los Padres rezan por Irak y por otros pueblos y países de la región, y piden a Dios que ilumine las mentes de los responsables de los destinos de los pueblos del mundo y de la región, para que sientan la opresión y el dolor que sobreviene al hombre y tomar la iniciativa para hacer el mundo más pacífico y justo, libre de conflictos, violencia, codicia, polarización y divisiones”.
Video: Lectura de la Declaración a cargo del Secretario del Santo Sínodo, Obispo Efrem Maaloule:
El texto completo de la declaración del Santo Sínodo, en árabe, inglés y español, puede encontrarse en este enlace .
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