Reunión trilateral entre Palestina, Egipto y Jordania
Mahmoud Abbas de la Autoridad Palestina, Abdel Fattah Al Sisi de Egipto y el rey Abdullah II de Jordania sostuvieron un encuentro en El Cairo, con el objetivo de reactivar el proceso de paz en la región y fortalecer el alto el fuego que detuvo el bombardeo israelí en Gaza.
El presidente egipcio Abdel Fattah Al Sisi recibió en la capital del país al líder palestino, Mahmoud Abbas, y al rey de Jordania, Abdullah II, con el fin reactivar el proceso de paz en Oriente Medio y construir las bases del Estado de Palestina y su independencia, con Jerusalén Oriental como capital inamovible.
Abbas dijo que el liderazgo palestino sigue comprometido con una paz integral y justa basada en las resoluciones de la legitimidad internacional y bajo los auspicios del Cuarteto Internacional, y agradeció a sus homólogos por el trabajo que realizan para poner fin a la ocupación israelí de Palestina y lograr la condición de Estado.
“El liderazgo palestino continuará trabajando por la unificación de nuestra tierra, nuestro pueblo y el logro de los intereses nacionales, mediante el compromiso de todos con la legitimidad internacional”, comentó. “A esto, le seguirá la formación de un gobierno de unidad nacional para ayudar en la reconstrucción de la Franja de Gaza y para celebrar las elecciones presidenciales y legislativas generales en Jerusalén Oriental”, agregó el presidente.
El mandatario palestino condenó con vehemencia los ataques de los colonos contra civiles, los intentos de Israel de desalojar y expulsar a los palestinos de Jerusalén, las actividades de asentamientos coloniales en curso y las demoliciones de la casa de los palestinos por la ocupación israelí.
“Siempre mostramos una gran flexibilidad y dialogamos positivamente todas las iniciativas y esfuerzos internacionales encaminados a lograr la paz de acuerdo con la legitimidad internacional. Por lo tanto, afirmamos nuestra disposición a trabajar para crear una atmósfera positiva mediante la implementación de para lograr una calma generalizada en todos los territorios palestinos y no tomar ninguna medida unilateral”, comunicó.
Mientras tanto, el comunicado final de la reunión tripartita instó a Israel a detener el desalojo de palestinos en la Jerusalén ocupada, especialmente en los vecindarios de Sheikh Jarrah y Silwan, y a detener todas las medidas unilaterales israelíes sobre el terreno que pueden socavar cualquier posibilidad de paz basada en en una solución de dos estados.
Por su parte, el presidente Abdel Fattah Al Sisi y el rey Abdullah II afirmaron la centralidad de la cuestión palestina y las posiciones firmes de Egipto y Jordania en el apoyo al pueblo palestino y sus derechos justos y legítimos, como el derecho a establecer su estado soberano e independiente en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como su capital.
Los líderes se comprometieron a trabajar juntos para desarrollar una visión que active los esfuerzos para reanudar las negociaciones y colaborar con los socios para reactivar el proceso de paz de acuerdo con las resoluciones de legitimidad internacional, y bajo los auspicios del Cuarteto Internacional.
Los dirigentes afirmaron que “una paz justa, integral y duradera constituye una opción estratégica y una necesidad para la paz y la seguridad regionales e internacionales”, y todos los esfuerzos deben unirse para lograrlo. Asimismo, destacaron la necesidad de preservar el status quo histórico y legal en Jerusalén y sus santidades islámicas y cristianas, y rechazaron todas las prácticas israelíes destinadas a comprometer esta situación.
Los líderes acogieron con beneplácito los esfuerzos realizados por Egipto para estabilizar el alto el fuego y la reconstrucción en la Franja de Gaza, y pidieron a la comunidad internacional que realizara todos los esfuerzos para aliviar la crisis humanitaria en el enclave palestino.
Finalmente, los mandatarios destacaron la importancia de que la comunidad internacional continúe apoyando a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) y la necesidad de proporcionar el apoyo financiero que necesita para mantener sus servicios vitales a los refugiados palestinos de acuerdo con su mandato de la ONU.
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