Reconocida heladería estadounidense se retira de Cisjordania ocupada

La famosa tienda de helados Ben&Jerry's anunció este lunes que ya no comercializará sus productos en asentamientos judíos ubicados en la Cisjordania ocupada por Israel, en uno de los actos más enérgicos y de más alto perfil por parte de una empresa internacional contra la ocupación israelí.

La medida de la heladería con sede en Vermont provocó un rápido reproche del primer ministro israelí, Naftali Bennett, que pidió a la compañía que revoque la decisión, advirtiendo al presidente ejecutivo de Unilever, Alan Jope, en un llamado de "consecuencias severas" y otros políticos pidieron un boicot.

Unilever compró Ben&Jerry's en 2000 por USD 326 millones. En ese momento se comprometió a permitir que la marca mantuviera una junta independiente que conserve el derecho a tomar decisiones sobre su misión social.

Tras el anuncio, Unilever calificó el conflicto israelí-palestino como una “situación muy compleja y sensible” y dijo que estaba totalmente comprometido con su presencia en Israel. Además, añadió que acogió con satisfacción los planes de Ben&Jerry de permanecer en Israel.

Fundada a fines de la década de 1970, Ben&Jerry's tiene una larga tradición de meterse en temas de justicia social. El fabricante de helados ha comprometido parte de su presupuesto de marketing para promover causas como Black Lives Matter y Occupy Wall Street. También ha abordado cuestiones de inmigración en los últimos años.

El movimiento BDS, que aboga por los boicots, la desinversión y las sanciones contra las instituciones y empresas israelíes, celebró la decisión de Ben&Jerry's como "un paso decisivo para poner fin a la complicidad de la empresa en la ocupación israelí y las violaciones de los derechos palestinos". "Esperamos que Ben&Jerry's haya entendido que, en armonía con sus compromisos de justicia social, no puede haber negocios como de costumbre con el apartheid de Israel", se lee en un comunicado.

Movimientos pro palestinos han hecho campaña durante muchos años para que las empresas boicoteen la ocupación israelí, pero pocas han tomado la iniciativa. En 2018, Airbnb dijo que eliminaría todos los listados en su sitio web en asentamientos israelíes; sin embargo, tras una intensa presión del gobierno israelí y una demanda en un tribunal federal de Estados Unidos, la empresa revirtió la decisión unos meses después.

En la actualidad, bajo el derecho internacional, los asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino son ilegales y la comunidad internacional considera que constituyen un obstáculo para la paz.