Palestina frente a nueva amenaza expansionista

El primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que si gana las elecciones generales del próximo 17 de septiembre, anexionará a Israel el Valle del Jordán, que representa el 30 por ciento del territorio palestino ocupado de Cisjordania.

Netanyahu hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa el martes, a una semana de las elecciones, en pos de obtener más apoyo de sus votantes de ultraderecha sionista y seducir a indecisos.

“Este mapa define nuestra frontera oriental. No hemos tenido este tipo de oportunidad desde la Guerra de los Seis Días [Guerra de 1967], y es posible que no la tengamos en otros 50 años", dijo Netanyahu mientras mostraba material gráfico, y en referencia al apoyo absoluto con que cuenta por parte de la Casa Blanca.

Por otra parte, también dijo que el “plan de paz” (acuerdo del siglo) de la administración de Donald Trump, que se hará público probablemente días después de las elecciones, es una “oportunidad histórica” para anexionarse las colonias judías en Cisjordania.

“Por respeto al presidente Trump y por una gran fe en nuestra amistad, esperaré para aplicar la soberanía hasta que se presente el plan político del presidente”, indicó Netanyahu.

“Hoy estoy anunciando mi intención de aplicar, con la formación del próximo gobierno, la soberanía israelí en el Valle del Jordán y el norte del Mar Muerto”, señaló Netanyahu, que denominó esa zona “frontera oriental de Israel”.

Críticas y oposición

Los rivales electorales de Netanyahu criticaron su anuncio. La coalición Azul y Blanco, liderada por su inmediato rival, Benny Gantz, lo acusó de tratar de usar a los residentes del Valle del Jordán (colonos sionistas) como extras en un video de campaña.

El presidente de la Lista Conjunta Árabe, Ayman Odeh, dijo que el anuncio era más que una simple propaganda y lo calificó de parte de la “visión del apartheid” de la derecha sionista.

Por su parte, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó el plan de anexión de Netanyahu, en territorio palestino ocupado, de "manifiestamente ilegal".

La propuesta "simplemente se suma a la larga historia de violaciones del derecho internacional por parte de Israel, incluyendo su anexión de Jerusalén, el Valle de Latrún y el Golán Sirio".

“La cultura de impunidad sin precedentes de Israel, habilitada por la inacción internacional, es la única explicación de la audacia de Netanyahu al usar la anexión como una estratagema electoral, y pedirle al público israelí que facilite otro crimen”, denunció Erekat.

A su vez el secretario general de la OLP llamó a la comunidad internacional a "actuar ahora para evitar que Netanyahu y sus aliados entierren las perspectivas de paz y un Estado palestino viable e independiente".

“Esto incluye reconocer el Estado de Palestina en las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital”, subrayó el dirigente palestino.

“No reconocemos ni reconoceremos la decisión de Israel. Como las resoluciones de las Naciones Unidas han declarado en repetidas ocasiones, las anexiones ilegales de Israel son 'nulas y sin efecto'”, recalcó Erekat.

En tanto que, tras una reunión de emergencia en El Cairo, los ministros de Exteriores de los países de la Liga Árabe consideraron esta declaración como una nueva agresión israelí contra el derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones de legitimidad internacional, destacando que tales declaraciones socavan los cimientos del proceso de paz.

Los ministros dijeron que darán seguimiento a estas nuevas declaraciones, señalando que se prepararían para tomar todas las acciones legales y políticas para hacer frente a las declaraciones unilaterales del régimen de Israel, que alimentarían el conflicto y la violencia en la región y el mundo.

Los ministros responsabilizaron al régimen sionista de las consecuencias de las declaraciones de Netanyahu, a la vez que reafirmaron su apoyo a los legítimos e inalienables derechos del pueblo palestino, incluido el derecho a la autodeterminación y el establecimiento de un estado palestino independiente en las fronteras de junio de 1967, con Jerusalén Este como su capital.

Preocupación internacional

"El secretario general está preocupado por la declaración del primer ministro Netanyahu sobre su intención de, si es elegido, anexar el Valle del Jordán y el norte del Mar Muerto como primer paso en la imposición de la soberanía de Israel sobre todos los asentamientos y otras zonas en la Cisjordania ocupada", dijo el miércoles en un comunicado Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

La nota señala que implementación de esos planes será “una violación grave del derecho internacional”, y “destruirá la posibilidad de reanudar las negociaciones y la paz regional”.

También el relator de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967, Michael Lynk, coincidió con Guterres al afirmar que la anexión anunciada constituiría “un desafío flagrante para las normas modernas basadas en el derecho internacional”.

“Afirmar el derecho de anexión en el siglo XXI es intentar volver a entrar en un mundo que ya no existe”, subrayó.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia afirmó en un comunicado que “Moscú ha tomado nota de la reacción altamente negativa de los países árabes a la declaración hecha por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, con respecto a su intención de extender la soberanía israelí al valle del Jordán”.

“Compartimos preocupaciones sobre estos planes israelíes, cuya implementación puede llevar a una dramática escalada de tensiones en la región y socavar las esperanzas de una paz tan esperada entre Israel y sus vecinos árabes”.