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jueves, 19 de mayo de 2022

Nakba: 74 años de tragedia

Por Redacción Diario Sirio Libanés

El 15 de mayo de 1948 inició la expulsión de las y los palestinos de su territorio; hoy, esta lógica sigue intacta.

Fuente: Embajada del Estado de Palestina / Agencias

Como cada día 15 del mes de mayo, el pueblo palestino conmemoró la Nabka de 1948, el momento de la implantación imperial del Estado de Israel, que simboliza la "catástrofe" y un día de luto nacional para Palestina.

Este 2022, el hito histórico cumple 74 años en medio de una escalada de tensión en las últimas semanas entre el régimen de ocupación y Palestina.

Los palestinos de todo el mundo se remontaron este domingo al inicio de su expulsión forzosa, que significó el desplazamiento de miles de ciudadanos ante el despojo de sus tierras milenarias.

El domingo, cientos de personas salieron a las calles en diferentes puntos del territorio, incluida la ciudad de Gaza. Con música, pancartas y consignas en rechazo al régimen ocupante israelí, conmemoraron su resistencia.

Desde allá, Ismail Radwan, el líder del Movimiento Hamas, reafirmó la lucha: “En el 74 aniversario de la Nakba de nuestro pueblo palestino, afirmamos nuestra adhesión a las constantes nacionales, además de las cuales está el derecho al retorno, que es un derecho sagrado e inmutable que no cae en un estatuto de limitaciones o las prácticas de la ocupación. Y le decimos a esta ocupación que su desaparición está cerca, al igual que su normalización".

Este año la Nakba encuentra al pueblo palestino iracundo, luego del reciente asesinato de la célebre periodista palestina de 'Al-Jazeera' Shireen Abu Akleh durante una redada del Ejército del régimen israelí en la ciudad de Jenín, en la Cisjordania ocupada. La asesinaron con un disparo en su rostro proporcionado por las fuerzas israelíes. Su compañero, Ali Al-Samoudi, también fue alcanzado por un disparo en su espalda.

En medio de la habitual impunidad del régimen ocupante, el hecho ha sido ampliamente condenado por la comunidad internacional, así como por las autoridades y fuerzas políticas palestinas, que han elevado sus denuncias contra al ejército sionista por avanzar con la ocupación forzosa en sus tierras.

El crimen de la periodista palestina se dio en un escenario donde las tensiones eran visibles previamente, sin embargo, el asesinato de la reportera dinamitó en los últimos días un contexto ya complejo.

Injusticia perenne

La Nakba, término que en el idioma árabe significa “catástrofe”, “tragedia”, constituye la violación sistemática de los derechos humanos, las leyes internacionales, el desconocimiento de los organismos multilaterales y la estrategia sostenida de la fuerza ocupante; la cual, valiéndose de métodos propios imperiales que han existido por siglos en el mundo, ejecuta la colonización por implantación de población para desterrar, invisibilizar y en muchos casos eliminar física y simbólicamente a las y a los palestinos.

El 15 de mayo de 1948 inició la expulsión de las y los palestinos de su territorio; hoy, esta lógica sigue intacta.

La Resolución 181 planteada el 29 de noviembre de 1947 en la ONU marcó una nueva etapa de hostigamiento contra el pueblo palestino y formó parte de un eslabón esencial para el colonialismo en Palestina esbozado ya maliciosamente en la infame Declaración Balfour (1917), la cual estableció parte de las bases ideológicas para desterrar a las y a los palestinos de su lugar de origen.

La Resolución 181 fue sentenciada en la ONU a espaldas de los derechos soberanos de Palestina, contó con 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones, y se promulgó -en el marco de las consecuencias de la II Guerra Mundial- a favor de la implantación de un estado judío en Palestina. Desvirtuado por los hechos quedó el objetivo de resarcir a una población con determinada preferencia religiosa y que fue víctima de genocidio (no perpetrado por Palestina) durante la II Guerra Mundial, al convertirse la Resolución 181 en una coartada “legal” para consumar lo que el mismo historiador y reconocido intelectual israelí Ilan Pappé ha denunciado como “la limpieza étnica en Palestina”.

En declaraciones ofrecidas en el año 2013 al periódico El Mundo, este historiador hace énfasis en los siguientes aspectos que permiten esclarecer lo que de manera tendenciosa oculta la propaganda sionista:

“Para Ilan Pappé, historiador israelí y profesor en la Universidad de Exeter (Reino Unido), la Nakba es la raíz de todo el conflicto palestino-israelí y por eso un proceso de paz que no encare lo que ocurrió en 1948 no solucionará el conflicto. Pappé sostiene que lo que ocurrió entonces fue una limpieza étnica y así lo ha reflejado en investigaciones que han dado lugar a libros como ‘Una historia de la Palestina moderna’ o ‘La limpieza étnica en Palestina’. «Israel no quiere reconocer que lo que hizo en 1948 fue limpieza étnica porque eso constituiría una duda moral sobre su legitimidad», señala a ELMUNDO.es durante una entrevista en Madrid, horas antes de pronunciar una conferencia en Casa Árabe. «Supone un serio problema crear un Estado expulsando a la mayoría de su población nativa. Por eso, Israel teme abrir esta cuestión moral», señala.

Algunas estadísticas expuestas por fuentes ajenas al Estado Palestino como el portal de noticias alemán Deutsche Welle, incluso resaltan lo que significó reforzar la lógica colonialista en territorio palestino, amparándose en organismos como la ONU que para el momento de la firma de la Resolución 181 apenas daba sus primeros pasos como institución:

“Un enorme número de personas debió abandonar sus casas ubicadas en barrios ahora controlados por las fuerzas israelíes. Alrededor de 530 aldeas fueron destruidas deliberadamente, tras una cuidadosa planificación, con el único fin de impedir que los palestinos tuvieran chances de sobrevivir en ellas. En ciudades como Tel Aviv, Jaffa, Haifa y Jerusalén apenas quedaron árabes. Tanto en el campo como en la ciudad, los colonos judíos se apropiaron de las pertenencias de los desplazados”.

“750.000 personas perdieron con la fundación de Israel sus bienes y propiedades. Esa fue la cantidad que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) registró desde que comenzó su trabajo, en 1950″, escribió la experta en Medio Oriente Marlène Schnieper en su libro «Nakba. Las heridas abiertas».

Deuda moral para la Humanidad

La Nakba continúa, la deuda moral con los palestinos se ha convertido en un imperativo categórico para la mayoría de los países del mundo. El rostro de los actores que por décadas han pretendido silenciar o aniquilar al pueblo palestino ha cambiado y su lógica está intacta; sin embargo, contrario a lo expresado por la sionista Golda Meir, quien enfatizó lo siguiente refiriéndose a Palestina, que “los ancianos morirán y los jóvenes olvidarán”, el pueblo palestino, con sus distintas dinámicas sociales, resiste, no olvida, se vitaliza cada día más en sus niños y jóvenes, quienes enarbolan la bandera de su pueblo al clamor unísono de la consigna de vida:

¡Venceremos!

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