La vulnerabilidad palestina ante la negligencia sistemática de Israel
Un reciente informe expone cómo la negligencia sistemática y el desarrollo de la atención médica en Palestina ocupada han dejado a las comunidades árabes en Jerusalén Este extremadamente vulnerables a la pandemia de COVID-19.
Un documento en conjunto de la asociación Medical Aid para Palestinos (MAP), Al-Haq, y el Centro de Ayuda Legal y Derechos Humanos de Jerusalén (JLAC) expuso cómo la negligencia sistemática y el desarrollo de la atención médica israelí ha dejado a cientos de palestinos vulnerables ante el brote de coronavirus.
El informe revela en detalle cómo la respuesta discriminatoria de Israel al COVID-19 en Jerusalén Este, junto con los incumplimientos de larga data en el cumplimiento de los derechos humanos fundamentales, ha agravado la vulnerabilidad de los palestinos frente a la pandemia.
El texto detalla la situación en Jerusalén Este antes del estallido de COVID-19, incluido el impacto de la ocupación prolongada, la anexión ilegal y la discriminación estructural sobre los palestinos en la ciudad. También, se destaca la falta de instalaciones de testeos de COVID-19 en Jerusalén Este, los datos inexactos y poco confiables para rastrear la propagación de la enfermedad, y el hostigamiento, arrestos y persecución de activistas de salud palestinos que trabajan para prevenir la propagación de la enfermedad.
El documento advirtió que la capacidad de los hospitales palestinos en Jerusalén ocupada y los principales proveedores de atención para los palestinos en Cisjordania y Gaza se han vistos debilitados por décadas de ocupación y limitaciones financieras, dejándolos cerca del punto de ruptura.
Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Salud palestino, los casos confirmados en los Territorios Ocupados (Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental y Gaza) alcanzaron los 7734, de los cuales 6692 están registrados en Cisjordania, 72 en la Franja de Gaza y 970 en Jerusalén Este.
Gazatíes piden la liberación de un preso
Cientos de palestinos protestaron este lunes frente a la sede de Gaza del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), pidiendo por la liberación de un prisionero palestino en Israel, que resultó positivo para la enfermedad de COVID-19. Kamal Abu Waer, de 46 años, es un paciente con cáncer que ha resultado positivo para el coronavirus el viernes 10 de julio.
Los manifestantes, que portaban banderas palestinas y carteles de Abu Waer, pidieron a la Cruz Roja y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que intervinieran en nombre del preso con enfermedad terminal.
Según una declaración emitida por los organizadores de la protesta, el régimen de Israel continúa reteniendo a 700 prisioneros palestinos enfermos, de los cuales 300 sufren enfermedades crónicas y necesitan atención médica urgente.
La protesta fue organizada por la Comisión de Prisioneros de las Fuerzas Nacionales e Islámicas, una organización no gubernamental con sede en la asediada Franja de Gaza.
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