Crece la opresión sionista sobre Ahed y la familia Tamimi

El ejército israelí declaró este sábado a la central localidad de Nabi Saleh, en Cisjordania –hogar de la apresada activista adolescente Ahed Tamimi- como zona militar cerrada, sellando toda entrada y salida a la localidad. Impuso así un castigo colectivo a la familia Tamimi y sus vecinos.

La agencia oficial palestina Wafa News reportó que las fuerzas israelíes establecieron barreras en el camino principal hacia Nabi Saleh y prohibieron a los palestinos, inclusive periodistas, entrar al pueblo.

Se bien a priori, el cierre busca evitar que los ciudadanos tengan acceso a manifestarse en las protestas que se llevan a cabo en el pueblo en forma semanal en resistencia a la ocupación, muchos especulan que el cerco ha sido una medida punitoria contra los residentes de Nabi Saleh.

Este último ataque contra Nabi Saleh, villa que ha sido centro de lucha y resistencia tras el robo de sus tierras en favor del ilegal asentamiento sionista de Halamish, se suma a repetidas redadas y arrestos contra sus residentes, especialmente sobre la familia Tamimi, una de las más grandes y activas familias del pueblo.

Desde que la prima de Ahed, Nour, fue arrestada –recientemente fue liberada- su madre Nariman y su tía fueron detenidas, y recientemente también uno de sus primos, Mohamed Bilal Tamimi, en una redada nocturna.

Otro pariente, un primo lejano de Ahed, Musaab Tamimi, del pueblo cercano Deir Nitham, recibió disparos de las fuerzas israelíes hace una semana y murió.

En las protestas de este sábado en Nabi Saleh, al menos dos personas fueron heridas por las fuerzas israelíes con balas de goma, así como decenas sufrieron inhalación de gases lacrimógenos. Esto se suma a protestas del viernes en toda Cisjordania y Gaza, que arrojaron un saldo total entre ambos días de 176 heridos.

Herencia de lucha

La familia Tamimi del pueblo Nabi Saleh, cercano a Ramallah, ha sido reconocida a nivel internacional especialmente merced a la sólida militancia de la joven Ahed, por su activismo contra la ocupación sionista, que mantiene una fuerte y constante presencia en su aldea.

La orden de cierre del pueblo es consecuencia de la decisión de castigo colectivo contra los Tamimi, proveniente del ultra derechista y racista ministro de Defensa del régimen sionista, Avigdor Lieberman. A Basem Tamimi, padre de Ahed, se le impuso la prohibición de viajar fuera de Palestina. Con anterioridad había sido apresado varios años por su participación en protestas en favor de la causa del pueblo palestino.

Su familia es reconocida por haber viajado a Sudáfrica, Líbano y Europa para denunciar la situación de Nabi Saleh y la lucha por la liberación del pueblo palestino. Otra de las medidas del extremista ministro Lieberman fue la de anular el permiso de trabajo a 20 miembros de la familia en un intento de someterlos deteriorando su situación económica.

Pero más allá de las opresivas medidas sionistas, el apoyo internacional lejos de reducirse, se incrementó. Distintas protestas en favor de Ahed y los prisioneros palestinos se realizaron en Sydney, Berlin, Atenas, Roma, Porto, Lisboa, Dublín, Nueva York, Bruselas, Portland, Braga y Tolouse, entre otras ciudades del mundo.

Recientemente, militantes ferroviarios de la CGT francesa, integrantes de la Federación Mundial de Sindicatos mostraron su apoyo a Ahed, durante una conferencia en Versalles, como muestra la imagen.

[ Trabajadores de la CGT francesa en apoyo de Ahed Tamimi ]

Según informa la red de solidaridad con los presos palestinos, Samidoun , la joven Ahed integra un conjunto de 300 menores palestinos actualmente encarcelados por la ocupación sionista. Cada año, cerca de 700 niños palestinos son llevados ante las cortes militares israelíes y son con frecuencia sujetos a golpes, confinamiento solitario, abusos físicos, psicológicos y otras formas de tratamiento cruel e inhumano.

El cerco a Nabi Saleh y la seguidilla contra la familia Tamimi, son los últimos aportes al reciente bucle de tensión surgido mereced a factores tales como la jugada estadounidense en torno a Jerusalén y la vía libre a los asentamientos ilegales, los que han reavivado los choques entre la resistencia palestina y la opresión del ocupante sionista.