Confirmado: soldados israelíes mataron a joven palestino de 17 años
Tras estudiar el cadáver del palestino de 17 años Nadeem Muwara, un equipo mixto palestino-israelí concluyó que fuerzas israelíes lo abatieron con munición viva en Cisjordania durante una represión a manifestantes el 15 de mayo.
El equipo de investigación de patólogos palestinos y del Instituto Patológico Abu Kabir, el más importante de Israel, concluyó que Muwara, uno de los dos menores muertos ese día, fue víctima de fuego real que, según la dirección de la bala, partió de las fuerzas de seguridad israelíes apostadas justo enfrente.
Los expertos desmintieron así la versión oficial emitida por las fuerzas armadas israelíes, que aseguraban que las armas de las fuerzas de seguridad que controlaban la protesta estaban cargadas con munición de goma.
Muwara recibió el impacto frontal de una bala de plomo que atravesó su torso y quedó incrustada en la mochila que llevaba puesta, informó la agencia de noticias EFE citando el canal 10 de la TV israelí.
Reporteado por el canal, el padre del menor precisó que la bala -que mostró en cámara, asegurando que era la que había matado a su hijo- la había encontrado él mismo en la mochila.
Nawara murió junto a otro adolescente, Mohammad Abu Daher, de 16 años, durante una protesta por el Día de la Catástrofe (Naqba) frente a la prisión militar israelí de Ofer, implantada en territorio palestino a las puertas de Ramallah.
Otros dos manifestantes resultaron heridos, según fuentes médicas tras recibir disparos en la parte superior del pecho, uno de ellos en la espalda.
El suceso adquirió relevancia local e internacional al ser difundidas imágenes que recogían el momento en que las dos víctimas mortales caían al suelo tras recibir los disparos.
En las imágenes, los jóvenes, que integraban una manifestación de 200 personas, no portaban ningún arma u objeto que pusiera en peligro la seguridad de las fuerzas israelíes.
Los manifestantes arrojaban piedras y bombas incendiarias contra fuerzas israelíes con motivo del día de la Nakba, jornada en la que los palestinos marcan la expulsión y desposesión que supuso el establecimiento de Israel en 1948.
La versión que ofreció el Ejército israelí fue que los soldados "utilizaron métodos de dispersión y balas de goma" para poner fin a "violentos desórdenes", lo que fue negado de inmediato por médicos palestinos.
El lunes, la directora de la ONG Human Rights Watch (HRW) para el Medio Oriente y África del Norte, Sarah Leah Whitson, había declarado desde Belén, Palestina, que "la matanza deliberada de civiles bajo ocupación por parte de las fuerzas de seguridad israelíes es un crimen de guerra", informó la agencia palestina Ma`an.
Whitson también sugirió que Palestina debería presentar el caso ante la Corte Penal Internacional.
Ya el 20 de mayo, el vice secretario general de Asuntos Políticos de la ONU, el argentino Oscar Fernández-Taranco, pidió al gobierno israelí "una investigación independiente y transparente de las autoridades israelíes en las dos muertes" y lo instó a que que sus fuerzas de seguridad se adhieren estrictamente a los principios básicos sobre el uso de la fuerza y armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley".
Télam
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