Asamblea General de la ONU condenó a Israel

En la décima reunión de emergencia, celebrada este miércoles por la Asamblea General de las Naciones Unidas en referencia a la respuesta represiva de Israel a las protestas de la 'Gran Marcha del Retorno' en Gaza, la ONU votó para condenar la fuerza excesiva de Israel, marcada por el uso de munición real.

Ciento veinte (120) países votaron a favor de la resolución “Protección de la población civil palestina” , mientras que 8 (EEUU, Israel, Australia y 5 islas) votaron en contra y 45 se abstuvieron. El sistema legal internacional impone que las resoluciones de la Asamblea General no sean “vinculantes” pues no empoderan para tomar acciones resultantes, como si lo hacen las resoluciones del Consejo de Seguridad.

La reunión de este miércoles sobre el tema sigue a una similar sostenida el 1 de junio en el más reducido Consejo de Seguridad (15 miembros), en la que se debatió una  casi idéntica resolución para condenar el uso de la fuerza de Israel, a menudo letal, contra los manifestantes palestinos que protestan por el derecho al retorno a su patria.

En dicha ocasión, la embajadora de los EEUU ante la ONU, Nikki Haley, vetó esa resolución, propuesta por Kuwait y propuso en respuesta su propia resolución totalmente favorable a Israel, pero no pudo reunir ningún respaldo. A la luz del veto estadounidense, los representantes de Argelia y Turquía solicitaron la continuación de la reunión, que fue concedida. Sin embargo a la fecha y merced a la infaltable protección de Washington, el régimen sionista mantiene su condición de excepcional “criminal impune” de la política mundial.

La gravedad y condición de indefendible de los criminales actos del régimen sionista han llevado incluso a que este miércoles 13 de junio antes de la reunión de la Asamblea General, la organización no gubernamental internacional Human Rights Watch (HRW) -habitualmente funcional a la agenda exterior de EEUU y la OTAN- condene el uso de Israel de su fuerza letal contra los manifestantes palestinos en Gaza en los últimos dos meses.

"La Asamblea General debería apoyar una resolución que exija explorar medidas para garantizar la protección de los palestinos en Gaza, y una investigación de la ONU encargada de estudiar todas las violaciones y abusos debe identificar a los funcionarios israelíes responsables de emitir órdenes ilegales a cielo abierto", dijo, haciendo un llamado para que la Corte Penal Internacional también se involucre.

"La comunidad internacional necesita romper el viejo libro de jugadas, donde Israel realiza investigaciones que enmascaran principalmente la conducta de sus tropas y Estados Unidos bloquea la responsabilidad internacional con el veto del Consejo de Seguridad", dijo Sarah Leah Whitson, directora de Medio Oriente de Human Rights Watch en su declaración .

La Gran Marcha del Retorno comenzó el 30 de marzo y concluyó oficialmente el 15 de mayo para conmemorar la Nakba palestina. Sin embargo, las demostraciones siguen en curso. El 14 de mayo, el día en que se registró el número más alto de muertes y que también vio la ilegal apertura de la embajada de EEUU en Jerusalén, 60 personas fueron asesinadas por las fuerzas sionistas. Un total de 124 personas murieron y más de 13,000 resultaron heridas hasta el 9 de junio.

HRW destacó el uso de munición real contra niños, periodistas, médicos y manifestantes que "no representaban una amenaza inminente para la vida", diciendo que los actos pueden equivaler a "crímenes de guerra". También destacaron el uso de rifles de asalto del ejército israelí "que disparan balas a gran velocidad".

Por otra parte, HRW también pidió a las autoridades del régimen de Tel Aviv que reviertan su política de denegación de permisos de salida médica a los manifestantes heridos ya que los médicos en Gaza no están equipados para tratarlos adecuadamente. Entre el 30 de marzo y el 23 de mayo, 40 personas que recibieron un disparo de las fuerzas represoras requirieron amputación, incluidos al menos tres niños.

Según una declaración del 19 de abril de Médicos Sin Fronteras (MSF), las lesiones causadas por las balas que usa Israel son "inusualmente severas y devastadoras" y dejarán a "la mayoría" de las víctimas con discapacidades físicas graves a largo plazo".

En el momento de la declaración de MSF, ya habían tratado en sus clínicas en el transcurso de esas tres semanas, a más pacientes que durante "todo el 2014", año en el cual Israel lanzó la llamada operación Borde Protector, una devastadora guerra de aniquilación de 51 días en Gaza que dejó más de 2000 palestinos muertos.