Amnistía Internacional denuncia el crimen de apartheid israelí
En un informe de 182 páginas, la organización de derechos humanos calificó a Israel como “Estado de apartheid” por su trato discriminatorio a la población palestina mediante “sistemas de opresión y dominación” desde 1948.
Amnistía Internacional denunció este martes el ‘apartheid’ israelí mediante un exhaustivo informe donde revela cómo las confiscaciones masivas de tierras y propiedades palestinas, los homicidios ilegítimos, los traslados forzosos, las restricciones a la circulación y la negación de la nacionalidad y la ciudadanía a la población palestina son elementos de un sistema que, según el derecho internacional, equivale a tal crimen de lesa humanidad.
En su informe de 182 páginas titulado El apartheid israelí contra la población palestina: Cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad, Amnistía Internacional pide a la Corte Penal Internacional (CPI) que considere el crimen de “apartheid” en su investigación en curso en los Palestina ocupada y pide a todos los Estados que ejerzan la jurisdicción universal para hacer comparecer ante la justicia a los perpetradores de tales crímenes.
“Nuestro trabajo revela el verdadero alcance del régimen de apartheid israelí. Vivan en Gaza, Jerusalén Oriental, Hebrón o en la propia Israel, los palestinos y palestinas son tratados como un grupo racial inferior al que se priva sistemáticamente de sus derechos. Concluimos que las crueles políticas de segregación, desposesión y exclusión en los territorios que están bajo control de Israel constituyen sin duda apartheid. La comunidad internacional tiene la obligación de actuar”, afirmó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“No hay justificación posible para un sistema construido en torno a la opresión racista institucionalizada y prolongada de millones de personas. El apartheid no tiene cabida en nuestro mundo, y los Estados que deciden hacer concesiones a Israel se encontrarán en el lado equivocado de la historia. Los gobiernos que continúan suministrando armas a Israel y que lo protegen de la rendición de cuentas ante la ONU están apoyando un sistema de apartheid, menoscabando el orden jurídico internacional y exacerbando el sufrimiento del pueblo palestino”, agregó.
Amnistía Internacional documentó actos prohibidos en la Convención contra el Apartheid y el Estatuto de Roma en todas las zonas que controla Israel, aunque se cometen con más frecuencia y violencia en Cisjordania ocupada. “Las autoridades israelíes promulgan múltiples medidas para negar deliberadamente a la población palestina sus derechos y libertades fundamentales, como las draconianas restricciones a la circulación, la falta de inversión crónica y discriminatoria en las comunidades palestinas en Israel, y la negación a la población palestina refugiada de su derecho a retornar”, aseguró el informe.
El organismo sostiene que “desde su creación en 1948, Israel persigue una política de establecer y mantener una mayoría demográfica judía y de maximizar el control sobre las tierras y los recursos para beneficiar a la población israelí judía”. “En 1967, Israel amplió esta política a Cisjordania y la Franja de Gaza. Hoy, todos los territorios controlados por Israel siguen administrándose con el propósito de beneficiar a la población israelí judía en detrimento de la palestina, mientras las personas refugiadas palestinas siguen excluidas”.
Asimismo, el informe demuestra que las autoridades israelíes tratan a la población palestina como a un grupo racial inferior definido por su condición de árabe no judía. “Esta discriminación racial está cimentada en leyes que afectan a la población palestina en la totalidad de Palestina ocupada”.
Amnistía sostiene que la desposesión y el desplazamiento de la población palestina de sus casas es un pilar fundamental del sistema de apartheid israelí: “Desde su creación, el Estado de Israel lleva a cabo confiscaciones de tierra masivas y crueles contra la población palestina, y sigue implementando multitud de leyes y políticas para obligar a ésta a vivir en pequeños enclaves; desde 1948, Israel ha derribado cientos de miles de viviendas y otras propiedades palestinas en todas las zonas bajo su jurisdicción y control efectivo”.
De cara al futuro, la organización formula numerosas recomendaciones concretas sobre cómo las autoridades israelíes pueden desmantelar el sistema de apartheid y la discriminación, la segregación y la opresión que lo sostiene, pidiendo -como primer paso- que se ponga fin a la brutal práctica de demoliciones de casas y desalojos forzosos.
“Israel debe conceder la igualdad de derechos a toda la población palestina con arreglo a los principios del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Debe reconocer el derecho de la población refugiada palestina y de sus descendientes a retornar a las casas donde vivían ellos o sus familias, y proporcionar a las víctimas de violaciones de derechos humanos y de crímenes de lesa humanidad una reparación completa”, sentenció.
Para leer el informe completo de 182 páginas, acceda a este enlace .
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