Parlamento libanés aprobó el presupuesto para 2024

En una sesión que mantuvo en vilo a la opinión pública, el Parlamento libanés finalmente ha aprobado el presupuesto para el año 2024. La votación, que tuvo lugar el 23 de enero de 2024 a las 21:52 hora de Beirut, marcó el cierre de una jornada de intensos debates y confrontaciones.

Sin embargo, la aprobación no estuvo exenta de polémicas. Nabih Berri, presidente del Parlamento, expresó su descontento hacia el Gobierno, señalando que no volverán a aceptar un presupuesto de esta naturaleza. Berri destacó la presencia de "caballos de Troya presupuestarios", disposiciones ajenas al presupuesto pero incluidas para su votación. Entre ellas, se eliminaron algunos elementos controvertidos, como los artículos 16 y 17 que modificaban la ley de expropiaciones.

El artículo 95, aprobado durante la sesión, destaca la importancia de las leyes de liquidación de los últimos treinta años y las cuentas auditadas. El Gobierno tiene un plazo de un año para presentar estos informes desde la entrada en vigencia del presupuesto. Este artículo se presenta como un mecanismo de control parlamentario sobre la ejecución presupuestaria.

La aprobación del proyecto de ley de finanzas 2024 incluyó medidas como la autorización para que la Universidad Libanesa fije las tarifas estudiantiles, siempre que se sometan a la aprobación de los ministros de Educación y Finanzas. Además, se establecieron reducciones en las multas fiscales y se aprobó una tasa excepcional para comerciantes que recibieron apoyo del Banque du Liban.

El debate alcanzó su punto álgido cuando el diputado Ali Hassan Khalil propuso aumentar el tipo de cambio del "dólar bancario", generando desacuerdo y subrayando la competencia del gobierno en esta materia.

Dentro de las modificaciones fiscales, se destacan incrementos en multas para empresas de transporte ilegal y tasas sobre tabaco importado y cigarrillos electrónicos. El presupuesto destinó mayores fondos a sectores clave como Defensa, Salud, Interior, Educación y Obras Públicas.

A pesar de las críticas, el presupuesto mantiene ajustes salariales para funcionarios y reserva fondos para "bonus de productividad". Sin embargo, la aprobación suscitó descontento al no abordar la reestructuración de la deuda pública y el pago de la porción en dólares, sobre la cual el Estado incumplió en marzo de 2020.