Michel Aoun deja la presidencia libanesa después de seis años

El jefe de Estado saliente de Líbano, Michel Aoun, abandonó el palacio presidencial este domingo, un día antes de que expire su mandato sin un sucesor designado. Antes de su salida, el presidente de 89 confirmó la firma del decreto final que formaliza la renuncia del gobierno interino del primer ministro Najib Mikati, situación que durante meses paralizó al gobierno.

Michel Aoun abandona Baabda tres días después de la conclusión formal de un acuerdo entre Líbano e Israel sobre la demarcación de su frontera marítima. Esta resolución de una disputa de larga data entre los dos países, que no tienen relaciones diplomáticas y técnicamente todavía están en guerra, fue presentada por Michel Aoun como su "regalo" a los libaneses para el final de su mandato.

El mandato de Aoun estuvo marcado por una grave crisis socioeconómica que no careció de complejos factores internos y fuertes presiones externas. La misma, empujó al 80% de la población por debajo del umbral de la pobreza según la ONU, y ha sido calificada por el Banco Mundial como una de las peores crisis mundiales desde la década de 1850.

La pandemia de coronavirus también pesó sobre el mandato de Aoun, durante el cual también tuvo lugar la explosión del puerto de Beirut del 4 de agosto de 2020, que aceleró el colapso del Estado y sus instituciones.

En las últimas dos semanas, después de tres sesiones parlamentarias dedicadas a la elección presidencial, el Parlamento no pudo elegir al sucesor de Michel Aoun. El Movimiento Patriótico Libre (fundado por Aoun) y sus aliados hasta ahora votaron en blanco, debido a la falta de consenso entre ellos sobre un candidato; mientras que los llamados partidos de oposición (opuestos al FPM y Hezbollah) votan mayoritariamente por el diputado de Zgharta, Michel Moawad. 

Cada vez que se alcanzaba quórum (86 de 128 diputados) para abrir una sesión electoral parlamentaria, se perdía rápidamente después de una primera vuelta de votación, aplazando cada vez la elección de un nuevo jefe de Estado. Desde este domingo, el vacío presidencial ya es un hecho. 

Frente a sus seguidores, en su última declaración desde el Palacio Presidencial, Aoun se dirigió a sus partidarios: “"La demarcación de las fronteras (marítimas) nos permitirá extraer nuestra riqueza nacional del petróleo y el gas, lo que nos dará suficiente capital para salvar al país", continuó. 

El ahora ex presidente acusó al gobernador del Banco Central, Riad Salameh, de cometer "la mayoría de los delitos bancarios" y al Consejo Judicial Superior de obstaculizar la investigación de la explosión del puerto de Beirut en 2020, y que "los inocentes permanecen en las cárceles", una referencia a los funcionarios detenidos tras la explosión y que aún esperan juicio, en el marco de una investigación judicial que acusan de estar direccionada políticamente.

"El país necesita reformas y deshacerse de las figuras influyentes que paralizaron el poder judicial y detuvieron las investigaciones sobre la explosión del puerto", dijo. “Nos están combatiendo porque hay una investigación que los llevará a los tribunales”, continuó, en una referencia a los ex ministros afiliados al Movimiento Amal que han sido citados en la investigación del juez Tarek Bitar. 

El líder de Amal, el presidente del parlamento Nabih Berri, es uno de los adversarios más notables de Aoun en la política libanesa.

Aoun también mencionó la ley de "control de capital" sobre depósitos bancarios, que dijo que debería haberse implementado para evitar que “algunas personas” saquen grandes sumas de dinero del país y para preservar los derechos de los pequeños depositantes, que han sufrido la peor parte de la crisis financiera.

Después de abandonar los terrenos del Palacio Presidencial en una caravana, Michel Aoun se dirigió a su residencia en Rabieh, al norte de Beirut.