Líbano condena la agresión israelí que dejó decenas de palestinos muertos

En la tarde del lunes, tras la apertura de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén y las protestas, acentuadas por la muerte de más de 40 palestinos y miles de heridos en la frontera, gran parte del sector político libanés condenaron lo sucedido ante los ojos del mundo.

El primer ministro Saad Hariri, expresó "la extrema consternación de Líbano por la decisión de trasladar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y consideró la decisión estadounidense como un acto "provocativo" que cierra las puertas a cualquier intento de alcanzar la paz entre Israel y los palestinos.

"Después del aniversario de la Nakba Palestina –que recuerda a cientos de palestinos asesinados y expatriados desde la implantación del Estado de Israel- la administración de los Estados Unidos declarará el 14 de mayo como otro día calamitoso", agregó Hariri.

Por otro lado, el Movimiento Hezbollah, también prestó declaración, diciendo que la decisión de EEUU de trasladar la embajada a Jerusalén es un paso unilateral que los palestinos no aceptarán y que por lo tanto no tiene valor. El segundo al mando de la agrupación, Sheij Naim Kassem, agregó que "si Dios quiere, la Nakba que sucedió hace 70 años será un motivo de cambio y liberación".

Mientras tanto, el líder de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, también condenó enérgicamente la violencia y dijo que su partido denuncia “el uso de balas reales contra los manifestantes que mataron a docenas e hirieron a cientos".

Por su parte, el líder del Partido Socialista Progresista, Walid Jumblatt, comparó la apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén con la invasión de la ciudad por parte de Gran Bretaña en 1917, la implantación de Israel en 1948, la ocupación de Cisjordania en 1967 y la construcción de asentamientos.