El Parlamento iraquí impulsa nuevamente la resolución para expulsar a las fuerzas de EEUU

El Parlamento iraquí ha anunciado que se atendrá a una resolución aprobada en enero de 2020, instando al Poder Ejecutivo a expulsar del país a las fuerzas de la llamada “coalición” liderada por Estados Unidos.

El vicepresidente del Parlamento, Mohsen al-Mandalawi, dijo en la sesión parlamentaria del 13 de enero que la resolución adoptada hace cuatro años para expulsar a las fuerzas de la coalición es "una pieza legislativa fundamental e irreversible", que no será modificada ya que cuenta con el apoyo del pueblo iraquí y su Gobierno”. Al-Mandalawi pidió al Ejecutivo actual que ponga en práctica la resolución y amplíe las capacidades de las fuerzas de seguridad iraquíes.

Los comentarios se hicieron después de que el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, pidiera un acuerdo sobre un calendario específico para la retirada de la llamada coalición internacional liderada por EEUU en Irak que, según sus palabras, "honestamente debe ser rápida".

La única solución

En una entrevista para Reuters, al-Sudani dijo: “Acordemos un cronograma que sea, honestamente, rápido, para que no se queden por mucho tiempo y los ataques sigan ocurriendo”.

Además, el PM explicó que para evitar “una mayor expansión del campo de conflicto en una región sensible”, se debe poner fin a la “devastadora máquina de matar [en Gaza]” y la ayuda humanitaria debe entregarse “lo antes posible”. Al-Sudani subrayó que ésta “es la única solución”.

Violación permanente de la soberanía de Irak

Anteriormente, Al-Sudani enfatizó la importancia de permanecer fiel a la promesa de poner fin a la presencia de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Irak.

En un discurso en conmemoración de la vida de “los líderes de la victoria”, en referencia a los mártires Qassem Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis, el primer ministro iraquí afirmó la “posición firme y de principios” de Bagdad, que “es poner fin a la presencia de la coalición (liderada por EEUU), ya que se ha quedado más tiempo de lo que marcaba su supuesta misión”.

Sumando personal y equipamiento al ya existente desde la invasión de 2003 en Irak, Estados Unidos redesplegó una gran fuerza luego de un acuerdo con el gobierno iraquí, que ordenó a mediados de 2014 al ejército estadounidense “apoyar” al país mesopotámico en su lucha contra DAESH (ISIS), casualmente la infame creación entre las sombras de los servicios de inteligencia de la OTAN.

A partir de ese momento y bajo una llamada Fuerza de Tarea Conjunta Combinada de 86 países, bajo el rótulo de "Operación Determinación Inquebrantable ", EEUU ha mantenido una gran presencia, incluidas dos bases aéreas que hasta hoy afirman luchar contra el terrorismo en la región.

Sin embargo, en el marco de su agenda regional Estados Unidos ha aprovechado su presencia, especialmente a través de sus bases aéreas, para atacar y aterrorizar ilegalmente a sus adversarios en la región. A su vez, desde suelo iraquí sus recursos han servido de apoyo de sus estrategias de presión sobre Irán así como en su guerra terrorista impuesta contra el vecino Estado Sirio, que en los últimos años se ha convertido en una guerra de coerción económica y saqueo de los recursos alimenticios y energéticos sirios, especialmente el petróleo que es robado en forma regular del noreste del país y extraído de suelo sirio por la vía del enclave kurdo iraquí, agente de Washington en la región y aliado del régimen de Israel.

Los recientes comentarios de Al-Sudani se produjeron apenas un día después de que, en una nueva violación de la soberanía iraquí, el ejército estadounidense asesinara a Hajj Moshtaq Taleb al-Saidi (Abou Taqwa), con el pretexto del papel desempeñado por un funcionario de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) en los ataques contra bases estadounidenses en la región.