Palmira en Villa Ocampo

Como parte de la campaña global de la UNESCO , Unite4Heritage lanzada en 2015, se inauguró la iniciativa "Palmira en Villa Ocampo" con el objeto de concientizar sobre la destrucción deliberada del patrimonio histórico y cultural en Medio Oriente.

Se busca de esta forma llamar la atención sobre la necesidad de movilizar a autoridades gubernamentales y a la sociedad civil para que se involucren en forma activa en la lucha contra el tráfico ilegal de bienes culturales y en la conservación del patrimonio cultural.

Villa Ocampo, sede de un proyecto cultural único en nuestro país y en Latinoamérica, tiene, más allá de su importancia arquitectónica, el privilegio de ser la oficina de la UNESCO para el MERCOSUR, siendo la única en el mundo que está conformada por una mansión sobre un parque -la mayoría de las sedes son sólo una oficina-, lo que da un marco extraordinario a este programa.

Se ha tomado la decisión de mostrar a través de esta exposición y de un concurso abierto a toda la comunidad, el saqueo y la destrucción de que fue víctima la ciudad de Palmira como símbolo universal de la devastación arqueológica que están sufriendo Siria y otros países de Oriente Medio desde el comienzo del conflicto militar.

Muchos sitios de la zona han sido objeto de excavaciones clandestinas realizadas por grupos organizados y armados, tomando como botín objetos arqueológicos de alto valor cultural que son un excelente negocio, muchas veces destinado a financiar al terrorismo.

El tráfico ilícito de bienes culturales ha pasado de ser un fenómeno local a operar a escala internacional, involucrando a los países de origen, de tránsito y destinos finales donde son fácilmente comercializados.

Los grupos delictivos operan mediante redes de traficantes, autoridades cómplices y compradores. Junto al tráfico de drogas y armas, el mercado negro de objetos antiguos y culturales es uno de los más prósperos a nivel mundial. Se estima que el 98% del precio final de los objetos queda en el bolsillo de los intermediarios.

Según Irina Bokova, Directora General de UNESCO: "El pillaje, destrucción y tráfico del patrimonio cultural no es sólo una tragedia cultural, sino también una cuestión de política y seguridad urgente que hay que tener necesariamente en cuenta en los planes de paz." 

La UNESCO hace un llamado permanente a todos los actores del mercado internacional de arte para evitar y prevenir el tráfico ilícito de estos bienes culturales. De este modo, la Argentina se suma a las acciones que se están desarrollando en otros lugares del mundo como Cuba, Egipto, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Jordania, Líbano, Libia, Mali, Marruecos, Palestina, Qatar, Siria, Sudán, Suiza, Túnez y Yemen , entre otros.

Datos de la devastación

• El 80% de las antigüedades etruscas y romanas que actualmente están en el mercado son de procedencia ilegal.
• La  mayor  parte de los países de África han perdido el 95% de sus bienes culturales.
• Desde 2002 hasta ahora, Egipto ha recuperado 5000 objetos de procedencia ilícita. En 2003 el contrabandista Alí Aboutaam fue detenido y condenado a 15 años de cárcel por haber exportado ilegalmente 280 objetos culturales.
• Al final de la guerra de independencia de Bangladesh, en 1971, 2000 templos hindúes fueron destruidos o gravemente dañados y 6000 esculturas fueron exportadas por contrabandistas.
• Durante las  operaciones contra Saddam Husein en Iraq,  aproximadamente  15000 objetos del Museo de Bagdad fueron robados. Se recuperaron 7000 de esos objetos: 2000 en EEUU, 250 en Suiza, 100 por parte de los carabinieri de Italia, 2000 se interceptaron en Jordania, y otros lo fueron en Beirut y Suiza mientras estaban en tránsito hacia Nueva York.
• En 1970 un traficante italiano trató de exportar ilegalmente 12000 objetos arqueológicos del Ecuador, donde cientos de yacimientos sufrieron daños.
• Se estima que 1,6 millones de objetos culturales procedentes de China están dispersos en 200 museos de 47 países y que hay millones en colecciones privadas. El servicio de aduanas de Shenzhen encontró 30 mil objetos en 10 años.