La Liga Árabe emite comunicado sobre el desplante del presidente Milei

La Liga de los Estados Árabes, decana entidad de nivel regional que congrega a 22 países, expresó la primera respuesta pública luego del desplante del presidente argentino Javier Milei en el encuentro fallido del pasado viernes 7 de junio, ocasión en la que el mandatario dejó plantados a 19 embajadores de países árabes e islámicos y a la propia canciller argentina, Diana Mondino.

Triste episodio

Según trascendió, la reunión de orden diplomático a llevarse a cabo en el Centro Cultural Islámico Rey Fahd ubicado en el barrio de Palermo, había sido organizada por el Sr. Embajador del Reino de Arabia Saudita S.E. Hussein Alassiri, quien convocó a sus homólogos de los otros once países árabes acreditados en Argentina, así como al Sr. Embajador de la Liga Árabe, y a otros siete titulares diplomáticos de países islámicos no árabes.

En el conjunto de 19 altos representantes diplomáticos, se encontraba el Sr. Encargado de Negocios del Estado de Palestina, Dr. Riyad al-Halabi. Según difundieron los pocos medios dedicados al tema, al enterarse de eso el mandatario argentino Javier Milei, habría entrado en cólera, merced a su férreo y público posicionamiento en apoyo de la agenda exterior del régimen israelí; y por ello habría decidido suspender su participación cuando estaba a 200 metros de arribar al destino.

La reacción del presidente sorprendió a todos, incluida la propia Cancillería Argentina que directamente no dio respuesta sobre las razones del desplante, mientras que por su parte Presidencia ensayó dos excusas. La primera fue que Milei estaba en la Casa Rosada firmando decretos, algo que puede hacer vía digital. La segunda arguyó abiertamente la excusa de la presencia del titular de Palestina.

El comunicado

Consecuentemente, la Secretaría General de la Liga Árabe publicó este lunes un comunicado en el que plantea que “ha seguido con gran consternación y sorpresa la retirada de última hora del Presidente argentino, Javier Milei, de una reunión a la que tenía previsto asistir con el Consejo de Embajadores de los grupos árabe e islámico, en la capital argentina, Buenos Aires, con el pretexto de la presencia en la audiencia del Encargado de Negocios de la Embajada de Palestina”. 

“Dicho comportamiento refleja una actitud hostil e injustificada, no sólo hacia el Estado de Palestina, sino también hacia el Grupo Árabe, y lamenta que una actitud tan poco diplomática e inaceptable haya sido adoptada por el Presidente de un país por el que los árabes sienten un gran respeto por sus anteriores posiciones positivas respecto a la causa palestina, que lamentablemente han sido revertidas por la actual administración política”, agrega el documento.

“A este respecto, cabe señalar que la lista de asistentes había sido coordinada con el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, haciendo hincapié en que no hay forma de excluir al representante del Estado palestino acreditado ante las autoridades argentinas de ninguna reunión colectiva de los grupos árabe e islámico, como exigen las normas diplomáticas establecidas”, agrega en un apartado que expone a la Canciller Diana Mondino.

“La Secretaría General de la Liga espera que el Estado argentino revise sus recientes posiciones sobre la cuestión palestina, descaradamente sesgadas hacia la ocupación y en el lado equivocado de la historia, en virtud de las relaciones de larga data con el mundo árabe y los intereses políticos y económicos mutuos entre ambas partes”, concluye.

Mas allá de las preocupantes implicaciones del suceso para la histórica alta trayectoria diplomática argentina en el ámbito internacional, y los consecuentes cortocircuitos surgidos con la Sra. Canciller tras este triste episodio, cabe preguntarse hasta qué punto es capaz de llegar el actual mandatario argentino en su giro copernicano de la política exterior nacional.

Afortunadamente, si bien entre los representantes extranjeros que estuvieron en el encuentro que no se realizó hubo malestar y preocupación, manifestaron al mismo tiempo una extrema moderación a la hora de expresar declaraciones públicas que pudieran complicar el vínculo. “No nos gusta lo que está pasando, pero ya va a pasar. La relación con Argentina es más fuerte que cualquier situación momentánea como esta”, dijo al portal La Política Online (LPO) uno de los diplomáticos árabes.

De todas maneras, la parcial y extrema posición de Milei para con los países árabes empieza a preocupar a diplomáticos del Palacio San Martín que entienden que esto aleja la posibilidad de inversiones de un importante sector del mundo que se ha convertido en uno de los más dinámicos a nivel global.

¿A modo de qué?

Como argentinos no solo nos preocupan sobremanera tanto el aquí mencionado como los demás episodios de desmanejo del protocolo por parte de nuestra máxima autoridad ejecutiva, sino que también nos consternan en este caso en particular, las posibles implicancias negativas para nuestro país, la Argentina, respecto al tan necesario sano desarrollo de sus relaciones bilaterales de todo orden, incluido el comercial, sea tanto con la Región Árabe y los países islámicos, como con el resto de los Estados del mundo.

En medio de la perplejidad ante el oprobioso desplante del presidente a 19 altos representantes diplomáticos extranjeros, nos preguntamos si esto ha sido fruto de: a) la mera impericia, b) una clara mala intención para con los destinatarios del insulto diplomático, o en el peor de los casos, c) una profusa ceguera en el afán por mostrarse ante sus declarados aliados sionistas como un fiel sirviente que no tiene miramiento alguno a la hora de buscar el lucimiento personal, aún cuando ostentar la primera magistratura impone que su primordial obligación y deber, es servir al Estado Argentino y su pueblo.