FEARAB (Bs. As.) repudia política parcial

Comunicado de FEARAB Buenos Aires y Conurbano

Manifestamos nuestro más enérgico repudio, ante un nuevo hecho de la política parcial e irreflexiva de los EEUU, que se entromete en una zona de gran conflictividad, provocada desde la creación del estado de Israel.

Asimismo, adherimos a lo ya manifestado por la comunidad internacional civilizada al respecto, en la que se encuentra también nuestro país.

La decisión de alto impacto en la vida y desarrollo de la región, de trasladar la embajada de ese país a la ciudad de Jerusalén, capital histórica de Palestina, desde tiempos inmemorables, que se remontan a varios siglos antes de la existencia de Abraham, e imponer su designación como capital de Israel, señala una vez más la complicidad de la primer potencia mundial con la política genocida y de apartheid del régimen de Tel Aviv, que hace 70 años viene realizando una limpieza étnica en la región, con millones de desplazados y con poblaciones en los territorios ocupados en condiciones de vida infrahumana.

La imposición de Jerusalén como capital del estado sionista, no es más que una provocación para continuar con el holocausto iniciado en 1920 en Palestina, que pretende por vía de la comunicación y difusión de la mentira, imponer una realidad histórica falsa, que no tiene fundamento y que no es más que la negación de la realidad de los hechos y la historia reconocida aún por los libros sagrados.

Jerusalén fue, es y será la capital de Palestina y sus pueblos originarios.

Asimismo, tal declaración de la potencia mundial, no sólo se contrapone a la cautela y prudencia que aconsejan el resto de los países del mundo, sino que además producto de la imposición por la fuerza, incita a la violencia a un pueblo que viene sufriendo las vejaciones y abusos de un régimen de exterminio y apropiación de recursos naturales, impidiendo o alejando una solución justa y equitativa al conflicto y la paz tan deseada por los palestinos y los países civilizados.

Esta medida ilegal e ilegítima de la potencia mundial en el plano internacional, marca una vez más la falta de autoridad moral e intelectual de los EEUU para discernir y colaborar con las políticas que encaminen el proceso de paz de la región.

EEUU es un escollo y ejemplo de complicidad puesto al servicio de Israel y de la guerra sin fin, que desangra a la región y que pone a toda la humanidad en vilo.