Expresar beneplácito porque las banderas de Palestina y Vaticano ondearán en la ONU

Hasta ahora, las normas de Naciones Unidas (NU) establecían que sólo los miembros de pleno derecho tenían la potestad de colocar sus banderas en la sede ; sin embargo, esta iniciativa fue apoyada por 119 países, con ocho votando en contra (entre ellos, Estados Unidos e Israel) y 45 abstenciones. Desde ese momento, se abre un período de veinte días para que las banderas comiencen a ondear; tanto el Papa Francisco como Mahmoud Abbas, presidente palestino, tienen intención de visitar Nueva York durante el mes de septiembre, momento en que harán efectiva la habilitación.

El presidente palestino estará presente en la sesión anual de la Asamblea General, el 30 de septiembre, donde dará un discurso junto a los demás jefes de Estado. Palestina se convirtió en Estado Observador No Miembro en la histórica votación del 29 de noviembre de 2012 (fecha que, además, Naciones Unidas utiliza para conmemorar al Pueblo Palestino), apoyada por 138 países. Esta nueva votación no le modifica su estatus en el organismo, pero es una medida simbólica que ofrece esperanza y muestras de buena voluntad a la comunidad palestina.

La mayoría de las abstenciones a esta normativa estuvieron motivadas por el respeto a la práctica que establece que solo las banderas de los miembros pueden flamear en los organismos de que forman parte; de ninguna manera este voto estuvo motivado por oposición al derecho de Palestina de existir como Estado soberano, libre e independiente, postura apoyada por  la mayoría de los estados del mundo.

En cuanto al voto positivo argentino, que nos llena de orgullo, fue motivado por la convicción de que solo los palestinos podrán decidir ser un estado: no es una decisión que la Comunidad Internacional puede tomar por ellos, como sesenta años de retrocesos indican. Si bien Argentina preferiría haber estado votando la aceptación de Palestina como Miembro Pleno de la Organización, eso aún no es posible debido a las anticuadas normas de Naciones Unidas, que establecen que el Consejo de Seguridad debe votar el ingreso de los Miembros Plenos. Siendo que la bandera del vaticano también flameará en Naciones Unidas, la delegación argentina finalizó su presentación citando al Papa Francisco: “destruyan todos los muros y construyan puentes”.

La bandera palestina, señor presidente, no es más que un símbolo en Naciones Unidas. No cambia su estatus, no crea un estado para los palestinos, no les evita el sufrimiento y las muertes a que se enfrentan todos los días, intentando vivir en sus tierras. Pero, para todos los delegados de todos los países del mundo, que día a día, mes a mes y año a año pasan bajo esas banderas, es un recuerdo constante: el recuerdo de que a los palestinos los encarcelan sin derecho a juicio, el recuerdo de que les destruyen sus casas y los echan violentamente por las noches, el recuerdo de que no pueden transitar sus tierras ni sembrar sus campos. Es el recuerdo, Señor Presidente, de los más de quinientos niños palestinos muertos en el ataque armado a Gaza del año 2014, niños que perdieron su humanidad y se convirtieron en un número. Es el recuerdo de Ahmad Dawabsha, el niño palestino de cuatro años al que le quemaron la casa con él adentro, matando a su hermanito de dieciocho meses y a su padre y madre.