Erekat en Argentina: presentaciones académicas

Se trató de una sesión académica en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), por la mañana; y su participación en el Seminario Internacional “América Latina y evolución del conflicto en Medio Oriente”, organizado por la Maestría de Análisis Político de la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF), por la tarde.

Ambas disertaciones del dirigente y experto negociador palestino, generaron un gran interés del público en general quien lo manifestó a través de una alta participación en las respectivas rondas de preguntas.

Los conceptos vertidos por el Dr. Erekat resaltaron la posición palestina frente a la ocupación israelí, haciendo referencia a la actualidad de la causa, así como al contexto regional e internacional. Los siguientes son los puntos salientes de ambas presentaciones:

De acuerdo a las 3 opciones de solución al conflicto, si Israel no quiere la solución de dos estados y tampoco puede ser parte de la solución de un estado democrático y laico e inclusivo, lo que están llevando adelante es un esquema de “un estado – dos sistemas”. Esta es la estrategia diseñada por Netanyahu.

Hoy tenemos distintos colores en los documentos (verdes para los palestinos, azules para los israelíes), y en las placas de los autos (verde y blanco para palestinos, amarilla para israelíes). Ignorar los hechos, no significa que no existan. Si estas frente a mí y dices que no me ves, tú tienes un problema, no yo.

La ceguera política dominante los últimos 48 años de ocupación, ha llevado a un sistema éticamente corrupto.

Hoy hay jóvenes judíos, provenientes de familias de clase media-alta de todos los países del mundo, como la Argentina, que creen que viniendo a Cisjordania o Jerusalén e hiriendo a los palestinos, se acercan a Dios. No creo que Uds. los quieran como vecinos cuando vuelvan a Buenos Aires, o Washington.

Es tiempo de despertarse, no me preocupa si alguien está a favor de Israel o de Palestina, porque mi mundo está dividido entre aquellos que están a favor o en contra de la paz.

Por eso hemos planteado esto en Washington, en Berlín, en Paris, y les solicitamos que hagan lo que Argentina hizo, aceptar la solución de los dos estados y reconocer a ambos por igual, no solo a uno de ellos.

Como palestinos hemos hecho mucho por sostener esta solución. Hay en nuestro pueblo quienes no coinciden en nuestro pensamiento, y son proclives a la violencia, pero les pedimos todos que aun si no coinciden con nosotros que no cedan ante la violencia.

Podemos traer a Palestina nuevamente al mapa a través de la ley internacional, el Consejo de Seguridad, la Asamblea General, las Convenciones de Ginebra y por supuesto la CPI.

No habrá solución alguna que no incluya la temática de los refugiados. Un negociador israelí pediría dos cosas: fin del conflicto y fin de los reclamos.

Lo primero se puede llevar adelante entre dos estados mediante acuerdos validados por el sistema internacional, y lo segundo que es el terreno de las libertades civiles donde nosotros tenemos 6 millones de palestinos en diáspora.

Lo que proponemos legalmente, es que la ONU conforme un cuerpo especial formado por las potencias internacionales y los países vecinos, que organice la decisión de los refugiados acerca de su futuro, teniendo como opciones, el derecho de retornar a Palestina, el derecho de retornar a Israel, el derecho de mantenerse donde están y el derecho de trasladarse a un tercer país. En todos los casos con compensación incluida.

Es un momento muy crítico, nuestra región necesita democracia y desarrollo para salir de la trampa del extremismo sectario y tribal, similar al racismo y extremismo de la ocupación israelí. La ocupación debe terminar y debe abandonarse el doble rasero que mantiene al ocupante, Israel, por encima de la ley internacional.

La iniciativa de paz árabe, impulsada por el rey Abdullah bin Abdul Aziz Al Saud, en la Conferencia Árabe de 2002 en Beirut, no niega el derecho de Israel a existir, por el contrario les propone que abandonen todos los asentamientos y recibirán la normalización de relaciones con todos sus vecinos árabes.

La decisión es de ellos (Israel), asentamientos o paz, no pueden tener ambas.

Como contraparte en lo regional, hemos visto ahora el reciente acuerdo de Irán con el grupo 5+1. Es un paso positivo para la región, pues es precisamente lo que se necesita, acuerdos, no guerras.