Agradecimiento del Patriarca Ortodoxo Antioqueno por campaña solidaria para Siria
Misiva enviada por el Patriarca Juan X de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía, a S.E.R. Monseñor Siluan Muci, Arzobispado en Argentina, agradeciendo la recepción de la donación resultante de la campaña solidaria hacia Siria, realizada por el Club Sirio Libanés de Bs. As. junto a toda la colectividad del país.
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S.E.R. Metropolita Siluan
Arzobispo de Buenos Aires y toda la Argentina
Querido hermano y concelebrante en nuestro Señor,
Por la presente, quiero manifestarle nuestra alegría y nuestro consuelo al recibir la donación de los €90.000 (noventa mil euros), transferida a la cuenta bancaria de nuestro Patriarcado, donación procedente de la campaña solidaria que realizó el Club Sirio Libanés de Buenos Aires a favor del trabajo de ayuda humanitaria que realizamos.
Nos conmueve esta iniciativa, y queremos agradecerles a todos aquellos que se dedicaron a llevarla a cabo, especialmente al Presidente del Club Sirio Libanés de Buenos Aires, CPN Adib Attie, y a todos los miembros de su Honorable Comisión Directiva, como así también a aquellos que autorizaron la transferencia, en carácter de ayuda humanitaria, tanto a las autoridades del Banco de la Nación Argentina como a los directivos del Departamento de Comercio Exterior del Banco Credicoop.
Nos conmueve también la gran generosidad que esta campaña demuestra, gracias a la participación de los benefactores argentinos, feligreses de las parroquias de su Arquidiócesis, como así también miembros y amigos de las instituciones de la colectividad sirio-libanesa en Buenos Aires y en las demás provincias del país.
Debido a la situación bélica en Siria, toda muestra de solidaridad concreta para con los sufrientes es muy necesaria y bienvenida. Más bien cuando se trata de una ayuda que nuestros hermanos y amigos en la Argentina quieren hacer llegar en el momento que más se necesita. En realidad, nos encontramos frente a una crisis humanitaria sin precedentes, la cual desborda a todo el mundo, sin embargo tratamos, en la medida de los recursos que disponemos, de socorrer a los necesitados.
Esto es posible gracias a nuestro Departamento de ayuda humanitaria, el cual fue creado hace menos de dos décadas para afrontar la llegada de un millón y medio de refugiados iraquíes a Siria.
Desde entonces, este Departamento adquirió una enorme experiencia, estableció una gran estructura de trabajo, afianzó relaciones con organizaciones internacionales de socorro, y logró una excelente credibilidad ante ellos, lo cual fue recompensado con la confianza para llevar a cabo la misión de ayudar a todos los necesitados, sin discriminación de credo, a través de una serie de programas muy diversos, contemplando sus necesidades de alimentación, de alojamiento, de servicios básicos (agua, sanitarios, etc.), de asistencia médica y psicológica, de apoyo escolar, entre otros.
Nos alegramos por nuestros hermanos en la Argentina que nos acompañan en esta crisis, y que desean, además de orar, brindar un alivio a sus hermanos. Recordando con ellos las palabras de nuestro Señor: “La felicidad está más en dar que en recibir” (Hechos 20:35), nos encontramos todos en comunión de la felicidad que hace que la existencia de cado uno de nosotros sea realmente una felicidad para el otro.
En nombre de aquellos que recibirán su ayuda, reiteramos nuestro agradecimiento.
Su Eminencia,
En este camino en que la Iglesia se encuentra peregrinando hacia la gruta de Belén, para recibir al Niño nacido en ella, no podemos sino postrarnos ante Quien se empobreció por nosotros para restaurar nuestra dignidad.
En Él, encontramos fortaleza y consuelo en las aflicciones que vivimos. Más allá de cualquier necesidad, la fe y la esperanza siguen vivas en los corazones de los sufrientes y de toda nuestra Iglesia.
Queremos pedirle hacer llegar a todos los que participaron de esta campaña solidaria, nuestras oraciones y nuestra bendición apostólica, exhortándolos a seguir inspirándose en las palabras del Apóstol Pablo:
“Que practiquen el bien, que sean ricos en buenas obras, que den con generosidad y sepan compartir sus riquezas. Así adquirirán para el futuro un tesoro que les permitirá alcanzar la verdadera Vida” (1 Tim 6:18).
Damasco, en la sede patriarcal, 25 de Noviembre de 2015,
+ Juan X
Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente
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