Uruguay recuerda el desconsuelo de los refugiados en el Día de Derechos Humanos

"¿Cuántos testimonios más tiene que soportar la humanidad?", exclamó el embajador uruguayo de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Osvaldo Laport, después de la proyección de un documental sobre las duras condiciones de vida de dos niños sirios refugiados en Líbano.

Uruguay, que el pasado mes de octubre acogió a 42 refugiados llegados desde Siria, tiene "la oportunidad y privilegio de contagiar sus derechos a otros pueblos, países y rincones del mundo", aseguró Laport. "El mundo nos está observando y cada uno, desde su lugar, tiene que sensibilizar a la humanidad", añadió emocionado.

A las palabras de Laport, se unió el testimonio de la ex directora regional de ACNUR y defensora de los derechos humanos, Belela Herrera, quien narró algunas de sus experiencias de trabajo con refugiados en Chile durante la época de la dictadura (1973-1990) y en Centroamérica.

Herrera reflejó con su relato la angustia vital de los refugiados, su desamparo, vulnerabilidad e imposibilidad de volver a su país de origen.

Bajo el lema mundial "todos los días, todas las personas", la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Uruguay convocó el evento de celebración de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la céntrica Sala Nelly Goitiño de Montevideo.

Los derechos "no son un papel, existen en nuestras vidas", defendió la representante de la ONU en Uruguay, Denise Cook, con unas emocionadas palabras con las que invitó a la audiencia a cuestionarse sobre cómo los derechos, o la falta de ellos, afectan a sus vidas diarias.