Entrevista al tenista Gabriel Markus

En el marco de las competencias de torneos de tenis organizado por la Asociación Argentina de Tenis (AAT) que se llevaron a cabo en las canchas del Club Sirio Libanés de Buenos Aires (CSLBA), la institución contó con la grata visita del ex tenista profesional, Gabriel Markus.

-¿Cómo fueron tus inicios en el tenis?

Empecé a jugar tenis a los 4 años. En ese entonces mi familia me llevaba al club porque mi padre también jugaba al tenis; jugaba a nivel profesional y yo lo iba a acompañar a todos los partidos. Fue mi padre el que me enseñó a jugar y poco a poco empecé a sentir el amor por este deporte. Tuve la suerte de que mi familia siempre me haya apoyado sin presionarme, lo que considero un elemento es clave y fundamental. Creo que el deporte para la juventud es una de las cosas más importantes, porque todas las horas que un chico pasa haciendo deporte son horas que no las pasa en la calle o enchufado a los jueguitos electrónicos que hoy invaden la vida cotidiana de los niños. Cualquier deporte es muy sano tanto para la educación del niño como para su salud mental.

-Dado que tus hijas también juegan al tenis, ¿cuál consideras que es la relación que los padres deben tener con los chicos que recién se inician en el deporte?

Tengo tres hijas y hasta el año pasado cada una hacia distintos deportes. Pero poco a poco empezaron a sentir el placer por el tenis y ahora juegan casi todos los días; hoy por hoy están muy entusiasmadas. En mi caso, mientras ellas lo pidan yo las apoyo, no les pongo presión de ningún tipo. Las apoyo porque es el deporte que yo amo y jugar con ellas a mí me encanta. Pero yo no las entreno, primero porque no tengo tiempo y segundo porque creo que es más sano que tengan su propio profesor y a mí tan solo como a alguien para ayudarlas o como referente. Entiendo  que es más importante ser padre que entrenador o profesor de los hijos. Hay muchos padres que arruinan bastante a sus chicos, en el sentido de que les ponen mucha presión a sus hijos, se meten demasiado y sufren detrás del alambrado como si fuera un juego de vida o muerte y son nenes que tienen 10 y 11 años. Hay que darles mayor libertad y el padre tiene que ser padre. Y en general, estas relaciones fuertes entre padre e hijo no terminan trayendo buenos resultados, la presión es totalmente negativa.

-¿Consideras que los torneos que está organizando la AAT en el Club Sirio Libanés alientan el desarrollo y formación de los chicos en el tenis?

Si, sin dudas. De todas maneras considero que hay algunos errores en cuanto a cómo la Asociación arma todo esto, pero me parece que es fundamental porque cuantos más torneos haya para los chicos, más estimulados están y más oportunidades se les da. Un país que no brinde esta posibilidad a los chicos no tiene como estimularlos en el deporte y la competencia es fundamental.

-¿La AAT está presente en todo el país?

Hoy la Asociación está más dispersa en todo el país, se abrió más que antes, veo el calendario y hay torneos en el interior del país y eso es muy importante porque sino los chicos que están en el resto del país no tienen oportunidades.

-Para finalizar, como buen deportista que has sido, ¿cuál es tu opinión sobre el tenis profesional?

Yo siempre digo que Argentina es una potencia a nivel mundial en el tenis. Si uno cuenta los años hacia atrás, en los últimos 30 años la Argentina siempre tuvo una gran cantidad de buenos profesionales. Lo que pasa es que el público argentino es muy exitista y si no ve un top 5 o un top 10, para el público, el tenis anda mal. Pero quiero recordar que en mi época, en los años 90 éramos 10 entre los mejores 100 del mundo, es decir, una gran cantidad de buenos jugadores. Pero ahora esa vieja legión de profesionales se va terminando, porque los jugadores se van retirando y aparecen los nuevos. Sin embargo, aunque hoy no haya tata cantidad de jugadores de alto nivel en el ranking, sigo pensando que eso comparado con otros países es muy bueno el nivel y la gente tendría que valorarlo. Otros países no tienen nada en comparación a nosotros, asique la Argentina, sin dudas, es una buena potencia a nivel mundial en este deporte.