Coraje, la medalla de los refugiados

Desde Yusra Mardini, una nadadora adolescente de Siria, que cruzó valientemente el Mediterráneo desde su país en una pequeña embarcación en mal estado, hasta Popole Misenga, que pasó ocho días escondido en un bosque para escapar a las luchas sangrientas del Congo, cada uno de los deportistas refugiados ha superado situaciones dantescas para mantener vivo su sueño olímpico.

Nadó para salvar su vida

Mardini, de 18 años, expresó su felicidad por su participación en Río, donde competirá en los 100 metros mariposa y los 100 metros libres. “Es verdaderamente un honor para mí estar aquí”, dijo en una rueda de prensa.

Hace menos de un año, Mardini nadaba para salvar su vida. Durante un peligroso viaje a la isla griega de Lesbos, se hundió el bote en el que viajaba. La joven y su hermana saltaron al agua, se agarraron a una cuerda y pasaron las tres horas y media siguientes en el agua junto al bote.

Mardini, que se ha establecido en Alemania junto a su familia como refugiada, afirma que representará orgullosamente a Siria, al movimiento olímpico y a su país de adopción cuando compita en los juegos de Brasil que arrancan el próximo 5 de agosto.

“Será por mi país, por Alemania y por el Comité Olímpico Internacional, ya que ellos me dieron todo el apoyo necesario para hacer esto posible”, dijo Mardini.

Voluntad de acero

A Mardini se le ha unido en el equipo de refugiados otro nadador sirio, Rami Anis, quien huyó de Siria en 2011, llegando a Bélgica desde Estambul en octubre del pasado año.

“Estoy muy orgulloso de estar aquí”, dijo Rami a la prensa. “Pero siento un poco de tristeza de no estar participando como sirio. Estamos representando a gente que ha perdido sus derechos humanos y se está enfrentando a injusticias”.

El nadador de 25 años de los estilos mariposa y libre describió al equipo de refugiados como un grupo “que no desespera”. “Tenemos una voluntad de acero, aunque nos sentimos tristes, por supuesto, debido a los conflictos en nuestros países”, enfatizó Anis.

La bandera

Asimismo, la bandera bajo la que caminarán los deportistas refugiados tiene los colores de un chaleco salvavidas y ha sido diseñado por la artista Yara Said, una refugiada siria que se ha instalado en Holanda para poder proseguir con su trabajo.

Una prenda que ella misma tuvo que utilizar para cruzar el mar. "Es un símbolo de solidaridad con esas almas valientes que se han jugado la vida para sobrevivir", dice la artista sobre su creación.

Cabe destacar, por otra parte, que junto a los refugiados sirios se sumaran otros deportistas refugiados provenientes de Sudan del Sur como James Nyang Chiengjiek, Yiech Pur Biel, Paulo Amotun, Yolande Mabika proveniente del Congo y Yonas Kinde de Etiopia.

La selección de Brasil, como anfitriona, será la primera en desfilar en la ceremonia de apertura. Tras ella, lo hará el equipo de refugiados bajo la bandera que representa a los cinco continentes.