“Con una paciencia china”
Reflexiones de una filosofa para impulsar el pensamiento en tiempos de cuarentena.
Juliette Massouh, argentina de origen sirio libanés, es Licenciada en Filosofía y Letras, escritora e intérprete de poesía en distintas puestas en escena , de música y recitación, con las que deleita a su público y a la vez difunde el acervo cultural hispanoamericano e internacional.
En tiempos de cuarentena, su práctica del pensamiento ha maximizado su presencia en las redes sociales desde donde todas las noches suele compartir la lectura de distintas obras destacadas.
Compartimos aquí una reciente reflexión de Juliette que combate el letargo de la reclusión hogareña con una delicada dosis de cultura y etimología.
“Con una paciencia china”
Todavía hay que esperar... Quedarse en casa o salir, sólo si fuera necesario, enmascarados entre barbijos variopintos y anteojos. Tomar más distancia que la de la fila del patio del colegio ¿te acordas? “un brazo extendido con el compañero de adelaaaante!” decía la maestra.
Ahora a dos metros, bien lejos!, sin brazo que alcance a medir la distancia reglamentaria.
En fin, habrá que tener paciencia. (Que no es “ciencia de la paz” aunque bien vendría!)
"Paciencia" no es otra cosa, según su etimología que “capacidad de padecer” “Paciente” es el que sufre, el que es objeto de una acción que no provoca.
Se sufre o se “padece” cuando no provocamos lo que sucede, simplemente se nos impone.
Tal vez nunca te lo hayas imaginado pero aunque te sientas agitado y más movido que nunca, cuando el viento de una “pasión” te arrebata, estás bien lejos de tener el asunto en tus manos... todo lo contrario, y sabés por qué? Por culpa de la etimología!
“Pasión” es una palabra que tiene la mismísima raíz (pasjo) que “paciencia” o “paciente”. “Pasión” es “lo que se padece” y no está en tus manos sentirla o padecerla.
Aunque si está en tus manos ver qué haces con las pasiones o paciencias que te arrebatan o se te imponen en la vida. Las pasiones amorosas, por ejemplo, se viven o se escriben o se cantan.
Otras paciencias que necesitamos para vivir (o sobrevivir) requieren de otras acciones en respuesta.
Esta paciencia china que necesitamos hoy para combatir la amenaza de la pandemia que nos azota, necesita de tu compromiso, del mío para defender nuestra vida y la de los nuestros.
Comprometerse a cumplir quedándonos en casa, tomándonos distancia sin brazo que nos mida, cubriéndonos la cara, lavándonos las manos, sacándonos los zapatos para entrar, limpiándolo todo con lavandina, es ya, quién lo duda! actuar frente a ese “pasjo”, ese padecer. Casi como hacer de la paz, una ciencia.
Saludos a todos
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