Analistas: EEUU 'presiona' al Líbano para que firme desfavorable acuerdo con Israel
Expertos libaneses develan estrategia pro-israelí tras las presiones de Washington sobre Beirut en medio de la crisis y debilidad del país del cedro. En juego está la demarcación de fronteras terrestres y marítimas.
A pesar de la crisis política y económica en el Líbano, Israel, a través de la mediación de Estados Unidos, está tratando de cerrar las negociaciones en curso sobre la demarcación de la frontera terrestre y marítima entre Beirut y Tel Aviv.
Varios políticos libaneses expresaron su preocupación de que Estados Unidos esté presionando al Líbano para que firme un acuerdo de demarcación fronteriza que tiraría por la borda los planes de Beirut de desarrollar campos de gas en la plataforma mediterránea.
La cadena rusa Sputnik habló con expertos libaneses para averiguar si Tel Aviv y Washington están tratando de aprovechar la actual debilidad económica y política del Líbano y obligarlo a aceptar todas las condiciones que les son favorables, así como si el Líbano podrá para resistirlos.
Según el subsecretario de Estado de EEUU para Asuntos del Cercano Oriente, David Schenker, las negociaciones de demarcación de la frontera marítima entre Beirut y Tel Aviv están avanzando gradualmente.
"Espero volver pronto al Líbano para firmar un acuerdo marco con Israel", dijo durante una conferencia de prensa telefónica con periodistas libaneses.
Schenker se negó a hablar sobre los obstáculos existentes para la firma del acuerdo y los desacuerdos entre las partes.
Presión estadounidense
A su vez, el politólogo libanés Osama Wahby ve la presión directa de Estados Unidos sobre las élites políticas libanesas extremadamente débiles, lo que complica la crisis interna con problemas externos.
“Me gustaría señalar que absolutamente todo el mundo está presionando a los políticos libaneses por cualquier motivo en la actualidad: formación del gobierno, restauración de Beirut, recepción de dinero del FMI y, por supuesto, demarcación de la frontera marítima con Israel. Mientras Francia presiona al Líbano para que resuelva los problemas de política interna, Estados Unidos presiona para resolver los asuntos exteriores. Están interesados en la demarcación de fronteras y lo encuentran interesante para Israel. Sin lugar a dudas, Washington le prometerá ayuda financiera al gobierno a cambio de un buen trato: entienden muy bien que el Líbano no tiene fondos para reconstruir Beirut después de la explosión. Existe el peligro de que Beirut no reciba ninguna ayuda internacional hasta que ceda a los intereses estadounidenses e israelíes”, dijo.
“Washington está presionando a los movimientos y partidos individuales mediante sanciones. Por ejemplo, dos ministros del actual gobierno han sido sancionados. Y este es uno de los indicadores clave de cuánto espera Estados Unidos que Líbano haga lo que necesita”, agregó.
¿La calle está en contra?
Sin embargo, el politólogo libanés Riyad Isa cree que si el gobierno participa en tales negociaciones, el público libanés se opondrá firmemente a un acuerdo marco con Israel y no permitirá que se adopte.
“Es sorprendente que Estados Unidos esté hablando de algún tipo de negociaciones entre Israel y Líbano, mientras que Beirut está negociando la demarcación fronteriza exclusivamente con Washington. Estos detalles enfrentarán graves consecuencias en el Líbano. Es importante comprender que el público no confía en el gobierno actual y sus acciones. Si realmente firman algún tipo de acuerdo con Israel, la gente saldrá a las calles. Nadie lo reconocerá [el acuerdo] como válido”, dijo.
Según el experto, Estados Unidos está dispuesto a aprovechar cualquier debilidad libanesa para cumplir sus propios deseos e intereses en la región. Nadie se preguntará por los intereses del Líbano. Si el país estuviera en una mejor posición, podría mostrar alguna resistencia, pero no ahora.
El Líbano rechaza los reclamos israelíes sobre el bloque 9 en alta mar en el Mediterráneo, que se cree que tiene grandes reservas de hidrocarburos. Es una parcela de 856 km2, que cada parte considera integrante de su zona económica exclusiva. Beirut también muestra su descontento con la línea fronteriza terrestre en 13 puntos, incluido el puerto de Naqoura y el pueblo de Aadayseh, donde los israelíes han construido una barrera.
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