Gustavo Gil: “Empecé a estudiar el conflicto palestino y nunca he terminado”
El director de cine y autor de la cinta El Regreso, Gustavo Gil, recordó en el Fórum de Cine Documental celebrado en Salamanca los avatares que vivió para rodar la vida de los niños refugiados.
Su documental, el que tenía en la cabeza, iba de armas y de la relación que tienen con ellas países como México o Palestina. Pero se cruzó otro en el camino, y aquél duerme en un cajón esperando ver la luz que vio en Salamanca El Regreso, la historia de un viaje de vuelta al campo de refugiados de niños palestinos tras concluir su estancia en España. En realidad la historia de un conflicto, resumido en «una injusticia» según su autor, que ayer fue proyectado y debatido en la segunda jornada del Fórum de Cine Documental organizado por Carlos Peña en la biblioteca de la Casa de las Conchas.
"Hablando con una amiga palestina en Canarias me dijo que, por mucho que leas, estudies o te cuenten, la única forma de saber lo que realmente pasa es viajar hasta allí", recuerda Gustavo Gil, autor de la cinta. Y hasta allí que se fue, no sin antes someter a votación a mano alzada ante los niños su presencia en el viaje y correspondiente grabación. Un referéndum que data de 2008 y que acabó en uno de los documentales más premiados por certámenes internacionales, destacando el Premio Documenta Madrid 2010.
"Hoy tengo que reconocer que empecé entonces a estudiar el conflicto y nunca he terminado. Lo que sí tengo claro después de mucho leer y estudiar es la gran injusticia que se ha cometido con el pueblo palestino", resume, antes de justificarse, "sé que una de las características del periodista es ser objetivo, pero en este caso es imposible. Si te posicionas, todo el mundo de la otra parte te va a acusar".
Gustavo hizo dos viajes acompañado de Tacho Horta, fotógrafo y ayudante de realización, y se vino con otra perspectiva, muy distinta de la que defendió aquel día ante su amiga en Canarias. Se trajo aquella injusticia y una filosofía de vida difícil de comprender si no convives con ella en el día a día. "Me sorprendieron dos cosas por encima de todo. Por un lado la cultura, muy parecida en el fondo a la nuestra, y por otro, la tranquilidad con la que conviven con la violencia que les rodea. Lo único que quieren es cuidar de sus familias y vivir tranquilos", concluye antes de relatar una escena que vivió en primera persona en el segundo de sus viajes.
"Un día me invitaron a merendar y me percaté de que enfrente estaban ardiendo unos olivos. Los estaban quemando», recuerda. «Les alerté y la respuesta fue contundente -conscientes cómo eran de que las normas allí establecen que un campesino pierde sus tierras en favor del Estado al abandonarlas-: ‘Para nosotros es como un hombre que quiere a una mujer y sin embargo le pega. No te preocupes, nunca nos van a vencer’", relata, "¡Y se pusieron a cantar!", apunta Gustavo, quien también fue realizador de Canal Plus antes de montar su propia productora con la que espera rodar algún día la convivencia de determinados países con las armas.
Noticias relacionadas
-
Palestina pide protección a ONU tras los bombardeos israelíes en Gaza
-
Biden se dice comprometido a la solución de dos estados
-
Abbas aguarda la visita del presidente estadounidense a Cisjordania
-
Abbas y Haniyeh celebraron reunión en Argelia
-
Tamam Abou Hamidan: la migrante palestina que es alcaldesa de una ciudad sueca