La decisión del Gobierno de Argentina que hizo extrañar a todos
Se pretende intimidar y amedrentar al pueblo argentino y a cualquier persona, tildándolo de antisemita cuando denuncien el sistemático genocidio que hoy ejecuta Israel en contra del pueblo palestino.
A muchos sorprendió y a otros indignó la Resolución 114/2020 del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, publicada el 4 de junio de 2020, en la que se adopta en el sector público de Argentina la definición de Antisemitismo aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA por su sigla en inglés).
De tal forma que en lo adelante para el Estado de Argentina “El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto.”
La Resolución trajo la inmediata reacción de celebración del régimen sionista de Israel, a través del Director del Ministerio de Relaciones Exteriores se aplaudió la decisión del Gobierno argentino de adoptar para el sector público de Argentina la definición de antisemitismo de la IHRA.
Lo cierto es que tal acto no deja en duda el poder económico y político que hoy ejerce el sionismo internacional en la hermana Argentina.
¿Por qué la decisión tergiversa la verdad?
La Resolución comienza con imprecisiones que más que responder a la ignorancia, responde a fines de distorsión histórica con objetivos políticos, algo criticable en un Gobierno que se presenta como progresista. El termino antisemitismo no puede responder a un fin político determinado por el poder de momento por parte de un grupo. Por lo que es Antisemita toda aquella persona que muestre odio a aquellas comunidades de habla semítica. Las poblaciones actuales que tienen lenguas semíticas son los árabes y los judíos. De tal modo que el concepto Semita hace alusión a un número amplio de pueblos con algún grado de relación desde el punto de vista idiomático y cultural con el Medio Oriente y la península arábiga.
Adherir el término antisemitismo exclusivamente para referirse al odio hacia los judíos muestra la falta de argumentos etimológicos, antropológicos, etnológicos por parte del Ministerio de Exteriores argentino, lo cual lo hace poco veraz. Ya que también podemos decir que se evidencia el antisemitismo cada vez que las tropas sionistas de Israel asesinan a un palestino o bombardean territorios sirios masacrando a esa población árabe.
El término antisemitismo para un gobierno no lo puede determinar el criterio o percepción de algún grupo social, político o religioso, más bien, es determinado por aspectos históricos en razón de argumentos etimológicos, antropológicos, etnológicos irrefutables.
Si realmente la República de Argentina quiere contribuir a la lucha contra el antisemitismo en todas sus formas y manifestaciones, tal como lo especifica en el texto de la Resolución, entonces debería condenar diariamente la limpieza étnica que ejecutan las tropas sionistas de Israel en contra del pueblo palestino.
Advertimos que el objetivo de dicha decisión que se toma en Argentina pretende intimidar y amedrentar al pueblo argentino y a cualquier persona, tildándolo de antisemita cuando denuncien el sistemático genocidio que hoy ejecuta Israel en contra del pueblo semita de Palestina.
Nota: Laila Tajeldine es abogada, profesora universitaria, analista política, internacional y del área de Derechos Humanos, productora y presentadora de radio y TV.
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